Banco Central Europeo

El BCE frena las subidas de tipos de interés tras 15 meses

El Banco Central Europeo deja el precio del dinero en el 4,5%, pero no cierra la puerta a futuras subidas.

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Por primera vez en los últimos 10 meses, el Banco Central Europeo (BCE) no emite una subida de tipos de interés. El organismo que dirige Christine Lagarde deja el precio del dinero en el 4,5%. El Consejo de Gobierno del BCE se ha reunido este jueves en Atenas para debatir su política monetaria.

Desde el Banco Central Europeo habían adoptado en los últimos 10 meses la misma línea. Combatir el contexto inflacionista con consecutivas subidas de tipos. La tasa actual de tipos es la más alta en los últimos años tras la subida del pasado 14 de septiembre. El objetivo del endurecimiento de esta política monetaria es tratar de fijar la inflación en el 2%.

Durante la reunión del BCE se han expuesto uno de los temas que más concierne a la estabilidad del contexto económico: el peligro que supone la guerra entre Israel y Hamás para la inflación. También se ha tratado la hoja de ruta sobre la reducción del balance de activos que está llevando a cabo el organismo.

El precio del dinero ha aumentado 450 puntos básicos en poco más de un año, pasando del 0% en junio de 2022 al 4,5% de septiembre de 2023. Está a solo a 25 puntos básicos de alcanzar el máximo registrado en octubre del año 2000.

La institución económica detalla en su comunicado que la inflación "cayó marcadamente en septiembre, debido incluso a fuertes efectos de base, y la mayoría de los indicadores de inflación subyacente han seguido relajándose". Defienden que las anteriores subidas han ayudado a reducir las consecuencias de la inflación.

El BCE no cierra la puerta a un nuevo aumento en próximos Consejos de Gobierno, tal como recalcó la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ante las preguntas de los periodistas: "No estoy diciendo que estemos en tipos máximos".

Subir los tipos de interés supone que el dinero es más caro. Será más caro acceder a la liquidez, algo que se traduce en un aumento del coste de las hipotecas y mayor dificultad para las empresas a la hora de financiarse y obtener créditos de las entidades bancarias. Los bancos agudizan el factor riesgo.

Los efectos de la política monetaria del organismo se están notando en la eurozona. En el segundo trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro creció un 0,1%, dos décimas menos de lo estimado en agosto por Eurostat.

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