La última idea que baraja el supervisor es colocar un paquete de la red de oficinas de la CAM a alguna entidad con capacidad para asumir la compra sin dificultades, como el Banco Santander, al que le interesaría aumentar su presencia en la Comunidad Valenciana.
Las mismas fuentes explicaron que en los últimos días, el supervisor empezó a contactar con varias cajas y bancos medianos, como Ibercaja, Unicaja, pero también Bankinter y Banco Pastor, para sondear el interés de formar una fusión con la CAM, en la que recibirían fondos del Estado.
Esta opción se tomó después de que el supervisor constatara la falta de interés de la gran banca por adquirir el cien por cien de la CAM y ofrece la ventaja de que el Estado no se convertiría en el principal accionista de la caja alicantina.
Si el Banco de España aceptara aportar los 2.800 millones que la CAM requiere para cumplir con los nuevos criterios de solvencia a cambio de una participación en la entidad, el Estado sería inmediatamente el principal accionista.
La otra opción que tiene, aunque resulta "remota" según las fuentes consultadas, es proporcionar a la CAM cerca de 1.000 millones aceptados para que creara el Banco Base y el resto, a cambio de una participación en la caja alicantina.
Por eso, el Banco de España trata de buscar otras salidas y en las últimas horas gana fuerza la posibilidad de separar activos de calidad de la CAM, como ciertas oficinas, con su negocio y venderlos al mejor postor. El sector mira al Banco Santander.
Al mismo tiempo, el supervisor también estaría dispuesto a ofrecer dinero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a la entidad que optara por fusionarse con la CAM.
Con esa fórmula, el Estado se convertiría sólo en un socio minoritario del nuevo grupo y en un futuro próximo, con la venta de esa participación, le resultaría más sencillo recuperar la inyección de capital. Asimismo, correría menos riesgo que ofreciendo a uno de los grandes bancos (posibles interesados en comprar la CAM) un esquema de protección de activos con el que el Estado cubriría posibles pérdidas.
Los expertos preguntados por Efe ven "imposible" que el Banco de España pudiera justificar una garantía de activos sin intervenir una entidad, porque se podría interpretar que facilita la compra de una institución que aún es solvente.
Ante el riesgo que asumiría una entidad sana al adquirir la CAM, los interesados, especialmente los bancos cotizados, estarían pidiendo un descuento del 70 o el 80 por ciento del valor en libros de la CAM, cuyas cuotas participativas (valores similares a las acciones) cayeron hoy un 5,69 por ciento. Al margen de los contactos para encontrar una salida a la situación de la caja alicantina, el Banco Base (CAM, Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura) celebró un consejo de administración con la disolución del grupo como punto del orden del día.