Una habitación de hospital también puede convertirse en el lugar más romántico del mundo, siendo el escenario de una petición de mano.
Ella dijo sí y fue allí donde se conocieron. Él era el paciente y ella la enfermera que le cuidó tras sufrir un gravísimo accidente de parapente.
Lo que parecía un trágico destino, resultó ser una buena jugada. 'Por algo pasan las cosas', ha debido de pensar Damien Leroy, excampeón del mundo de kitesurf. Hace tres años sufrió un grave accidente.
El norteamericano estuvo a punto de morir: perdió el control de su parapente durante una prueba en Florida, cayó al vacío desde 50 metros y se fracturó costillas, fémur, pelvis, esternón y sufrió una perforación del pulmón.
Pasó meses en la habitación del centro médico de Palm Beach y no todo fue malo: este amante de los deportes de riesgo cayó rendido ante la enfermera que se desveló cuidándole día tras día y por eso se prepara para darle una sorpresa. Muy nervioso, se cambia en su furgoneta con un propósito: sorprender a su mujer.
Con la ayuda de los trabajadores del hospital le hicieron creer a Alexandria que había un nuevo paciente en la habitación... y allí estaba él preparado para pedir matrimonio en la misma sala donde se conocieron; la habitación que les cambió las vidas. Por siempre y para siempre, le dijo. Y así comienza su nueva historia.
