Copa del Rey

El detallazo de Bellingham con un recogepelotas en el Arandina-Real Madrid de Copa

El inglés, suplente en el partido de dieciseisavos, regaló su manta a un niño para que se calentase en la banda de Aranda de Duero.

Bellingham, sonriente en el banquillo de Aranda de Duero

Bellingham, sonriente en el banquillo de Aranda de DueroEFE

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Jude Bellingham sabe, pese a su corta edad, que ser la estrella del Real Madrid va mucho más allá del terreno de juego. El centrocampista inglés acudió con el equipo a Aranda de Duero y no disputó ni un minuto en los dieciseisavos de Copa del Rey, pero aun así acaparó todo los focos desde el banquilla. Jude era el cuarto Rey Mago para las casi 10.000 personas congregadas en el estadio Juan Carlos Higuero... y no defraudó.

Bellingham salió a pasear sobre el terreno de juego como suelo hacer antes de cada encuentro, al tiempo que el grupo Temporal ofrecía un concierto para los hinchas que habían acudido antes al estadio. El británico devolvió los saludos de la hinchada de la Arandina y se hizo fotos con los chavales que se lo pidieron cuando iba camino del vestuario. Un gesto simple que no cuesta nada, pero que significa mucho en un campo que no acostumbra a estas lides.

Bellingham saluda en la previa del partido
Bellingham saluda en la previa del partido | EFE

Un gesto que Oli nunca olvidará

Ya durante el encuentro, con un frío de perros sobre Aranda, Bellingham tuvo un precioso gesto con Oli, un recogepelotas que estaba de pie en la banda, soportando las bajas temperaturas. A los futbolistas del Real Madrid les dieron mantas para resguardarse del frío y Bellingham le cedió la suya al chaval en el minuto 70, cuando Mario Martín entró al campo por Nico Paz.

Un gesto carismático que le ha valido el cariño de la afición de Aranda. En el partido, el Real Madrid hizo los deberes en Aranda de Duero y ya está en octavos de Copa del Rey, competición de la que es vigente campeón. Brahim lideró al equipo provocando un penalti que transformó Joselu y firmando el segundo tanto. Rodrygo, que salió desde el banquillo, cerró el partido en el descuento; Nacho se marcó en propia puerta (1-3).

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