Parkour
Escalofriante descenso al vacío: Un experto en parkour baja a pulso 22 pisos de un edificio abandonado
No es la primera hazaña de este joven experto en parkour, una peligrosa modalidad que consiste en superar obstáculos del entorno urbano usando únicamente el propio cuerpo

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Su primer aviso es que no le imiten porque es un ejercicio realizado por profesionales. Cristo ha descendido 22 pisos de un edificio en construcción y abandonado ayudado únicamente por la fuerza de sus brazos. Cornisa a cornisa se ha colgado desde el piso 22 hasta descender al suelo. Solo con ver la imagen provoca vértigo. Pero para este amante del riesgo no hay obstáculo que se le resista. Se tumba en el borde del entresuelo de la planta 22 de este edificio abandonado en la localidad de Añaza en la capital tinerfeña. Coloca sus manos en el filo y, con la fuerza de sus brazos se gira por completo para saltar hasta la planta inferior, al límite. Y así hasta 22 plantas.
Asegura que es "el reto más mental que ha realizado en su vida". Para poder llevarlo a cabo necesitaron días de preparación: "comprobamos muy bien los muros para asegurarnos de que aguantarían el peso y barrimos todas las superficies para que ni el polvo o alguna piedra le molestara al colgarse", asegura este joven deportista. Todo dependía únicamente de la fuerza de sus brazos.
Una actividad solo apta para profesionales
Insiste en que se trata de una actividad que solo deben realizar profesionales y pide que no le imiten. Pero concretamente en este edificio no es la primera vez que vemos imágenes similares. Se trata de una construcción de los años 70 que quedó abandonada poco después de iniciarse. Desde que las obras se paralizaran en 1975 han sido muchos los que han usado sus muros para realizar "juegos" de mucho riesgo. De hecho ya se han registrado varias muertes en este edificio en ruinas.
Para Cristo se trata de un reto más de los muchos que realiza a lo largo de todo el mundo. En sus redes sociales se le puede ver en una presa corriendo por paredes verticales, una actividad conocida como wallrun o saltado paredes a varios metros de distancia, lanzamientos imposibles al mar o con saltos de vértigo a varias decenas de metros de altura.
Para este deportista el límite está en el cielo y no hay riesgo siempre que haya preparación. Freerunner y amante del riesgo su lema es "no tener miedo al éxito".
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