Con una superposición de imágenes, Erik Johansson logra efectos visuales increíbles. Todo parece real en la fotografía y casi todo lo es. Un pez de verdad, y una isla también real, que nunca estuvieron juntos y sí lo están en la imagen.
Es la mentira del retoque fotográfico, que en sus expertas manos, nos lleva a soñar. Johansson es ingeniero informático y amante de la fotografía. Sus instantáneas nunca están formadas por una sola. Son varias capas que se fusionan para dar como resultado imágenes diferentes. Es también un entusiasta de las ilusiones ópticas. Empezó con pequeños juegos.
Montajes gamberros que demuestran que nuestros ojos nos engañan a veces. Su último proyecto, en una plaza de Estocolmo. Sus fotografías formaron un precipicio en el que no es posible caer. ¿O sí? Vista e imaginación, a prueba.