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EN LIMUSINA A LA COMUNIÓN

Una niña llega a su Primera Comunión en limusina

Los psicólogos dicen que se pierde el valor original de la celebración.

La imagen de una niña llegando a su Primera Comunión en limusina ha abierto el debate sobre si son apropiados o no los preparativos y gastos que giran hoy en día en torno a estas celebraciones. Joyas de recuerdo de más de cinco mil euros para niños o viajes a Laponia para conocer a Papa Noel son sólo algunas de las excentricidades que se están poniendo de moda.

La imagen se ha convertido en viral, una niña llega a su primera comunión en limusina. Y no una limusina cualquiera.

Hace unos años la mayor inversión era el vestido, por eso en muchas ocasiones, incluso se heredaba. Hoy vestir a una niña con zapatos o tocado incluidos puede llegar a superar los mil euros.

Pero no es, ni de lejos, el mayor gasto al que se enfrentan las familias. Banquetes y fiestas se convierten en pequeñas bodas, y a la hora de los regalos el presupuesto se dispara.

Hasta cinco mil euros en una joya para un niño de nueve años. Otra nueva tendencia, emulando al viaje de boda, llega el vieja de comunión.

¿Excentricidades o un recuerdo para toda la vida? En lo que todos los profesionales coinciden es en que no deberíamos perder de vista que sólo se trata de niños.Los psicólogos son claros estas ostentaciones a la hora de celebrar una comunión pueden alejar a los pequeños de la realidad. Crean en los niños poca tolerancia a la frustración. Exigiendo en muchos casos imposibles y generando incluso en las familias graves problemas. Afrontar el precio de vestidos, banquete, parque de juego y hasta un viaje puede acercarnos a la bancarrota. Dicen los expertos que la moderación y que el niño se sienta querido y atendido a diario.

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