Urna electoral

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LAS ENCUESTAN APUNTAN A UN ALTO GRADO DE ABSTENCIÓN

¿Por qué la abstención es siempre tan alta en las elecciones europeas?

La abstención en España en los comicios europeos de 2009 fue del 55% y los sondeos de las últimas semanas apuntan a que esta cifra podría superarse el próximo domingo. La campaña electoral no ha conseguido despertar el interés de la ciudadanía por las instituciones europeas, pese a la insistencia en que este voto será crucial en la elección de la futura Comisión. Parece que el desánimo por la situación económica y la desafección hacia la clase política alejarán de nuevo a los españoles de las urnas.

Si una frase se ha repetido hasta la saciedad en esta campaña electoral desde todos los partidos ha sido: "Hay que votar". Elena Valenciano y Arias Cañete han insistido mitin tras mitin en esta máxima, de la que también han hecho su bandera los partidos minoritarios. Todos saben que las elecciones europeas no mueven al electorado y la abstención es la que siempre gana en estos comicios.

Según revela el último barómetro del CIS sobre las elecciones europeas, el porcentaje de no votantes se situaría este año en el 30% y la encuesta de NC Report para La Razón la eleva al 56,8%.Se trata de casi un millón más de personas que decide no acudir a las urnas respecto a los resultados de 2009.

De los que aseguran que se abstendrán, un 25,4% afirma que no le convence ningún partido y el 18,6% cree que su voto no sirve para nada, según el CIS.

¿Serán las elecciones con menos participación de la historia de España?
Desde las primeras elecciones al Parlamento Europeo de 1987, la abstención ha ido aumentando progresivamente. Ese año, un 31% de los electores prefirió no acudir a las urnas y en 2009 la cifra alcanzó el 55%. Estos datos reflejan que la población que decide no votar se ha duplicado en 20 años.

La diferencia en la abstención entre los comicios de 2004 y los de 2009 fue de apenas dos décimas (del 54,9 al 55,1%) pero el clima electoral actual, con la sombra de la crisis aún demasiado cerca y los duros ajustes impuestos desde las instituciones europeas, hace presagiar que en estos comicios esa diferencia se incrementará.

¿Por qué los españoles no acuden a las urnas?
Lo cierto es que los niveles de participación en España son similares a los de la media europea, por lo que no se puede hablar exclusivamente de un ‘desapego’ de los españoles por los asuntos europeos, sino de todos los ciudadanos de la Unión.

El mayor escollo en estos comicios es que la ciudadanía sigue viendo los órganos europeos como algo demasiado lejano y abstracto. De hecho, solo tres de cada diez españoles saben quién es actualmente el presidente de la Comisión Europea, según una reciente encuesta.

Este desconocimiento hace que los partidos decidan plantear los comicios como si fueran unas elecciones generales y repetir en los mítines las habituales acusaciones por la herencia recibida del PSOE o los ajustes presupuestarios del PP.

El segundo problema viene cuando ni siquiera esos recursos consiguen calar en el electorado por la desafección generalizada hacia la clase política. Cada vez más españoles dicen no sentirse representados por ninguno de los partidos y el goteo de casos de corrupción ha agrandado la brecha entre la ciudadanía y los políticos. Ante este panorama, solo los partidos pequeños pueden salir beneficiados y lograr arañar el voto de los indecisos.

Por otra parte, en los últimos años hablar de Europa y de Bruselas nunca suponía buenas noticias para España. La Unión Europea ha estado vinculada durante meses a palabras como 'ajuste', 'exigencia', 'cumplimiento' o 'rescate'.

La rigidez impuesta por Merkel a los países del sur ha alimentado el euroescepticismo en nuestro país, tradicionalmente europeísta. En España no hay un partido que abogue claramente por la salida de la UE, pero puede que la ciudadanía decida usar la abstención como su forma de dar la espalda a la 'Europa de la austeridad'.

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