El cabeza de lista de la coalición de centroizquierda Campo Sionista y líder del Partido Laborista, Isaac Herzog.

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ELECCIONES EN ISRAEL

Herzog reconoce su derrota en una conversación telefónica con Netanyahu

Isaac Herzog y Tzipi Livni, dirigentes de la coalición de centro izquierda Campo Sionista, han reconocido que seguirán su trayectoria conjunta hacia la vigésimo legislatura del Parlamento tras su derrota en las elecciones en Israel. Tras la victoria del primer ministro Benjamín Netanyahu los dos políticos han aceptado los resultados electorales. "Dirigiremos y lucharemos en el Parlamento junto a nuestros socios en este camino", destacaron.

Los dirigentes de la coalición de centro izquierda Campo Sionista, Isaac Herzog y Tzipi Livni, han reconocido, tras conocer el resultado final del escrutinio, que "esta no es una mañana simple". "Esta no es una mañana simple para nosotros ni para los creen en nuestro camino", dijeron ambos al reconocer su derrota en los comicios celebrados en Israel, en los que el líder conservador Benjamín Netanyahu, se impuso por 29 a 24 escaños.

En una escueta declaración de la que da cuenta la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, los dos políticos aseguraron que seguirán su trayectoria conjunta hacia la vigésimo legislatura del Parlamento, que estará dominada por los partidos de derechas. "Dirigiremos y lucharemos en el Parlamento junto a nuestros socios en este camino (para defender) los valores en los que creemos", agregaron. Después de irse a dormir anoche con un empate técnico entre ambas formaciones, los israelíes han amanecido a la sorprendente victoria de Netanyahu y de la derecha nacionalista, que según todos los comentaristas encabezará el próximo gobierno israelí.

Y es que después de más de una década de caída libre, Herzog ha reconducido la formación hasta situarla en la primera posición en intención de voto antes de las elecciones del 17 de marzo, en unos sondeos que han probado ser erróneos ante el arrollador Benjamín Netanyahu. Durante la campaña, los sectores más radicales lo caricaturizaron luciendo "kufiya" por sus declaraciones a favor del diálogo con los palestinos, y solía aparecer en un popular programa televisivo como un niño que se arropa detrás de Livni, parodiado con su característica voz algo nasal.

Sus detractores lo tacharon de pusilánime y de no gozar de experiencia en materia de seguridad, por lo que no habría que fiarse de él -ni de Livni- en situación de guerra. No obstante, Herzog, de 54 años, sacó a relucir unas credenciales familiares sin las cuales nunca habría llegado a estar tan cerca de saborear el triunfo. Y es que este abogado, que ahora deberá plantearse su futuro político, pertenece a un linaje que aglutina aristocracia política, religiosa y militar, lo que le convertía en un "príncipe" que, pese a su discreción, por primera vez tenía posibilidades reales de alcanzar el trono.

Herzog: el nieto de un rabino
Nacido en Tel Aviv en 1960, Herzog es nieto del primer gran rabino de Israel, Isaac Halevi Herzog; hijo de Haim Herzog, general y jefe en dos ocasiones de la inteligencia militar además de sexto presidente del Estado, y sobrino del mítico ministro de Exteriores Abba Eban. Consciente de que su liderazgo en el seno del laborismo ha sido una carrera de fondo y de que, pese a su hartazgo el electorado seguía viendo a Netanyahu como mejor candidato a primer ministro, Herzog pidió que se le diera algo de crédito. Y aunque así ha ocurrido, como lo demuestran los resultados, no ha sido suficiente para desbancar al todopoderoso Netanyahu.

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