Un mensaje vuelve a sembrar la discordia entre Sirin y sus padres

La tregua que se habían dado Sirin y Enver parece que va a durar poco. Él sólo había puesto una condición para hacer las paces e intentar mostrarse amable con ella: que no volviera a ver a Suat.

Sin embargo, el pacto ya está roto. Sirin recibe una llamada mientras está en la ducha. Quien lo ve es Hatice, que está ordenando su cuarto, pero no le presta atención. Pero ya sí coge el teléfono cuando llega un mensaje.

Deduce rápidamente que es de Suat. Y lo que lee supone una nueva decepción, además de descubrir un nuevo secreto.