El primer número fue una coreografía grupal introducida por Marina, muy metida en su papel de nodriza.
Con un vestuario rompedor y unos movimientos espectaculares, los chicos del Zurbarán dejaron boquiabiertos a los asistentes que contemplaban admirados la calidad del número.
Sin duda, el momento álgido del musical fue el dueto final entre Paula y David como Romeo y Julieta. Un broche de oro que les dio la ansiada victoria.