Recordamos los momentos más felices de Gonzalo en Puente Viejo

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REGRESA A PUENTE VIEJO

Recordamos los momentos más felices de Gonzalo en Puente Viejo

Gonzalo regresa a Puente Viejo con un claro objetivo: vengarse de quien más daño le hizo. Antes de su vuelta, queremos recordar los momentos más felices del marido de María en el pueblo. A lo largo de todos los años que ha vivido allí, le ha dado tiempo a casarse, convertirse en padre y hacer grandes amigos que jamás olvidará. ¡Repasa con nosotros todos estos instantes de felicidad!

Gonzalo le confesaba a Tristán que era Martín

Reuniendo el valor necesario para hacer frente a la verdad, Gonzalo le confesaba a Tristán que su hijo nunca ha muerto y que siempre lo ha tenido ante él. Martín nunca existió y él es su verdadero hijo. Con esta confesión, Gonzalo conseguía quitarse un gran peso de encima y dejar de dar vida a un persona que jamás existió.

El primer beso de María a Gonzalo

Gonzalo se ofrecía a cuidar a María de una grave enfermedad que casi le hacía desfallecer. María, en un acercamiento con el hombre al que ama, se lanzaba a sus labios con el fin de no perderle jamás. "Quédate conmigo", le rogaba María en uno de los momentos más románticos de la pareja.

Gonzalo besaba apasionadamente a María delante de Sor Encarnación

Tras conocer la noticia de la nulidad matrimonial con Fernando, Gonzalo se presentaba en el convento para darle a María la gran noticia. La joven ansiaba su salida para poder vivir junto al amor de su vida de forma libre. La pareja lo tenía todo de su lado para convertirse en marido y mujer después de quitarse a Fernando Mesía del medio.

María y Gonzalo, felices junto a su pequeña

Después del nacimiento de la pequeña, Gonzalo y María descubrieron que el hijo que ella estaba esperando no era de Fernando Mesía. Tras todas las tropelías que la joven vivió, salían de dudas y se consideraban marido y mujer a pesar de no haber pasado por el altar.

María y Gonzalo se daban el 'sí, quiero' acompañados de sus seres queridos

El momento más esperado por la pareja había llegado. Al fin María y Gonzalo podían disfrutar de un enlace junto a sus seres queridos en el que ser reconocidos como pareja. Nada ni nadie podría separarlos, ¡qué vivan los novios!

Gonzalo se despedía de sus más allegados

La situación en Puente Viejo se había puesto de lo más tensa por sus enemigos y Gonzalo decidía marcharse en busca de un nuevo lugar. Quizás en otro sitio podría formar familia junto a María y vivir sin miedo. Así fue como se despidió de sus seres queridos entre lágrimas y risas.

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