La verdad de Rafaela

Beatriz le cuenta su pesadilla a Camila, ella la consuela, se hace obvio que se estrecha el vínculo entre ellas.

Hernando no quiere montar una tienda con los productos de los Manantiales, pero Camila decide encargarse y parece que la idea en sus manos puede ir bien. Francisca llega a la Basílica donde cree que se celebrará la boda.

Al final, la boda felizmente se celebra en los jardines de la Quinta mientras Francisca furiosa descubre en la Basílica que le han informado mal: se quedará frustrada.