En el próximo capítulo…
La Marquesa se traga su orgullo, agradece a Ignacio su valentía con la turba y aprovechan
la charla para hablar del noviazgo de sus respectivos hijos. Adolfo, Tomás y el
capataz, logran que la Marquesa acepte reforzar la seguridad, aunque considera
que, de cara a los mineros, refleja debilidad y es un gesto que sugiere aceptar
responsabilidades. Francisca, mejora sin las pastillas y Antoñita, aplica una
nueva estrategia, sembrarle temor contándole los peligros que acechan en Puente
Viejo.
Tomás recibe a Matías que le exige, como representante de
los mineros, reforzar la seguridad e indemnizar a los afectado en el accidente.
Matías se sorprende al comprobar que el hijo de la marquesa acepta sus
peticiones. Adolfo visita a Rosa que se deshace en amores pero el joven frena
su ímpetu, prometió a Ignacio cuidarla y respetarla. Le alegra, informándole
que su madre está dispuesta a visitar La Casona para formalizar el noviazgo.
Encarnación refiere a su hija la actuación de Ignacio y su
defensa de la marquesa, algo que no sorprende a la joven, convencida que los
poderosos se cubren entre ellos. Alicia recibe la visita sorpresa de Matías que
le detalla lo conseguido en la reunión con Tomás, pero ella, no cree que sea
suficiente, ni muestra ningún entusiasmo por lo conseguido. Matías intenta arreglarse
con su esposa, pero Marcela no olvida que salió corriendo detrás de su amante,
delante de toda la plaza y, aunque Matías le asegura que todo ha terminado,
ella ya no confía en sus promesas.
Carolina percibe que Pablo empeora y le insta a huir juntos
cuanto antes. En La Casona, se celebra una comida para homenajear la valentía
de Ignacio, a la que asisten Urrutia, Encarnación y Adolfo. Marta disimula su
angustia y, en cuanto puede, se marcha a la cocina, pero Adolfo se ha cortado y
coincide allí con ella y, al reparar que sangra, se acerca a curarle.