Una visita imprevista pone en peligro la historia de amor entre Socorro y Eduardo

Benigna está muy arrepentida por sus últimos actos. La gobernanta de los Sáez de Abascal planeó varias ofensivas para desenmascarar a Eduardo que, además de no salir bien, afectó a su relación de amistad con Socorro y su nuevo amor.

Benigna le ha confesado a Socorro que también actuó movida por la envidia, ya que quería encontrarle alguna pega a Eduardo, y cuando se enteró que estaba casado, aprovechó para “tirarle del pedestal” sin mucho éxito.

Las dos mujeres han solucionado sus diferencias cuando han recibido una visita totalmente inesperada que pondrá en problemas a la relación entre Socorro y Eduardo: Miriam, su esposa, ha llegado a la Plaza de Frutos.

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