El pánico de los miembros del club social de La Moraleja, en plena guerra: "Queremos que se nos escuche"

La Moraleja es la urbanización más rica de España. En ella viven famosos como Ana Obregón o Tita Cervera y hay decenas de viviendas que no bajan de los 20 millones de euros. Sin embargo, ahora están en plena guerra.

Sobre todo su club social, uno de los más exclusivos y elitistas del país que cuenta con 6.000 socios.

Hace apenas unos meses empezaron a resonar las irregularidades, como que durante años habían contabilizado los votos de miembros que ya habían fallecido.

La investigación concluyó que se hizo para conseguir aprobar decretos, y es en ese momento cuando un grupo de miembros decidió unirse y crear una asociación en defensa de los socios de La Moraleja.

Su presidenta usó la plataforma de la página de la organización para exigir claridad, y lo que recibió a cambio fueron pintadas e insultos en su propio vehículo y, además, la mayor sanción en la historia del club.

No podrá entrar en los próximos 3 años, pero tendrá que seguir pagando las cuotas de más de 200 euros al mes. "Esto es una represalia ante la transparencia por tocar las narices", ha dicho la presidenta.

Ella considera que esta medida sirve para que nadie más levante la cabeza ante una irregularidad. "Tengo miedo y me siento vigilada", ha dicho su presidenta.

Sin embargo, no es solo ella la que vive aterrada, sino que varios socios denuncian la misma situación, con normas dictatoriales y nula comunicación, e incluso nos piden borrar las declaraciones por miedo a represalias.

Los propios socios del club aseguran que se paga por cada acción alrededor de 20.000 euros y, aún así, nadie responde ante las polémicas.

Hablamos con una socia

Marta (nombre ficticio) es la mujer que ha sido sancionada y a quien le han pintado el coche. La mujer está aterrada, pero no solo por ella, sino también por su familia, que continúa yendo al club. "Esto ya ha pasado con anterioridad, porque hace tiempo que hay irregularidades", ha dicho.

También ha asegurado que hay bloqueo de transparencia, y lo que los socios buscan es precisamente que haya transparencia y que se les escuche.

Además, ha dejado claro que los miembros del Consejo no representan a todos los que viven en esa urbanización, y que no todo el mundo es rico, sino que muchos son gente normal que se ganan la vida trabajando como todo el mundo.

"Exigimos derechos y libertades con la ley en la mano", ha dicho la afectada.

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