Publicidad

PROGRAMA 19

El tamaño si importa

Las familias protagonistas de Maneras de Vivir lo tienen muy claro: el tamaño sí importa. Y mucho. Por una cuestión de tamaño Diana Lima se sometió a una operación muy dolorosa sólo para alargarse los huesos un palmo y conseguir llegar al metro treinta de altura.

Por una cuestión de tamaño Diana Lima se sometió a una operación muy dolorosa sólo para alargarse los huesos un palmo y conseguir llegar al metro treinta de altura. Su madre la apoyó porque sabe lo que cuestan los centímetros: Maria Luisa mide un metro diez. A quien parece no importarle el tamaño es al padre de familia que llega al 1,75... Viendo esta diferencia de tamaño nos preguntamos cómo han conseguido convivir.

Los Lima por defecto y los Mara Gómez por exceso. Javier, el padre, mide 2 metros, la madre 1,95 y su hijo de sólo cinco años mide ya 1,45. No es que sean altos... son gigantes en un mundo que no está hecho para ellos.

Ellos crecieron a lo alto y los Quiñones lo hicieron a lo ancho. Fran y Ana María, hermanos, están muy preocupados por su tamaño. A Fran le desespera y le hace asomar alguna lágrima... a Ana María le obliga a vivir en una dieta contínua. El se pasa el día comiendo... ella controlándose ante las tentaciones. Cada uno tiene ya su propia familia y no pueden evitar mirar y comparar.

A los López también les miran por la calle. Y no todo el mundo lo hace con admiración. Esta familia sabe que también provocan rechazo pero ellos están dispuestos a sacrificar todo porque sus músculos tengan el tamaño adecuado. Verles comer todo el día y toda la vida, estén donde estén, arroz blanco y pollo confirma que para ellos los centímetros es una obsesión...

Despues de ver cómo estas familias de tamaño singular se enfrentan al mundo sorprende comprobar que las clínicas de cirugía estética no paren de operar una y otra vez a gente obsesionada por el tamaño de su nariz o sus orejas. Las operaciones son distintas pero el final siempre es el mismo: a un paciente le quitan la venda y pregunta alarmado al familiar que le mira: "¿ya está pequeña?". Al final, resulta que el tamaño sí importa.

 

Publicidad