Yate

Un yate de lujo es devorado por las llamas en la costa de Cala Saona, Formentera

La Guardia Civil investiga las causas del fuego, aunque varios testigos aseguran que se oyeron diferentes explosiones antes del estallido del incendio. No hay que lamentar ningún herido.

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Un yate de 45 metros de eslora sufre un incendio cuando navegaba este jueves en la costa de Cala Saona, Formentera. No hay que lamentar ningún herido. La Guardia Civil investiga las causas del fuego, aunque varios testigos aseguran que se oyeron diferentes explosiones en los momentos previos al estallido del incendio.

La embarcación se encontraba a 12 millas de isla balear y hasta el yate se han desplazado dos embarcaciones de Salvamento Marítimo y una patrulla del servicio marítimo de la Guardia Civil para tratar de controlar el fuego.

El fuego se originó sobre las cinco de la tarde. Cuando se recibieron las primeras llamadas al servicio de Emergencias 112, se desplazaron hasta el lugar de los hechos dos embarcaciones de Salvamento Marítimo y una patrulla de la Guardia Civil.

Fueron necesarias varias horas para sofocarlo y la sobreesctructura quedó completamente arrasada. Los restos fueron trasladados a Ibiza por la Guardamar Concepción Arenal. Según informaciones de la Guardia Civil, no hubo tampoco vertidos de combustible, aunque fue necesario activar el plan especial de contingencia por contaminación accidental de aguas.

Varios testigos aseguran que se escucharon varias explosiones. Al principio, los invitados a la nave pudieron acceder a otros barcos cercanos y los tripulantes trataron de apagar las llamas, pero cuando el incendio se descontroló, el yate tuvo que ser completamente desalojado. Salvamento Marítimo rescató a las 17 personas que se encontraban a bordo, de los cuales siete eran tripulantes y nueve invitados. Ninguna persona resultó herida.

El yate de lujo surcaba las aguas por primera vez

El Aria SF tenía 45 metros de eslora y era su primer año de funcionamiento. El coste de construcción había sido de 45 millones de dólares y su mantenimiento anual costaba dos millones. La nave pertenece al empresario italiano Paolo Scudieri, el presidente del Grupo Adler-Hp Pelzer, una compañía de suministros para la industria del automóvil. Scuderi, procedente de Nápoles, también tiene empresas hosteleras y en el sector de la alimentación.

El análisis de los restos y la declaración que la Guardia Civil tomará a tripulantes e invitados disipará las dudas sobre qué le pudo pasar al yate para que quedara reducido a cenizas en cuestión de horas.

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