Hielo en el parabrisas

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Frío

Tres trucos para evitar que el hielo que se forma en nuestro parabrisas no nos pase un gran factura después

Con las bajas temperaturas que se están registrando en muchas zonas de nuestro país, es frecuente los casos de parabrisas congelados que nos encontramos de buena mañana. Aquí te dejamos unos trucos para saber qué hacer pero también una serie de recomendaciones de lo que no debemos hacer nunca.

Suele ser lo normal en las épocas de mucho frío. Las bajas temperaturas provocan que cada madrugada los parabrisas se congelen y nos veamos en apuros para ponerles solución. Lo que tenemos que tener en mente siempre es esta lista de tres recomendaciones que nunca debemos hacer porque de lo contrario el remedio será peor que la enfermedad.

Sobre todo, no acudamos a remedios a medio camino como pueden ser las tarjetas que tenemos en nuestra cartera. Es una muy mala idea porque no conseguiremos nuestro propósito y, además, lo más seguro es que acabemos rompiendo nuestras tarjetas, por lo que tendríamos un doble problema. Otra pésima idea es emplear agua caliente porque el resultado será un parabrisas roto. Se llega a esta situación porque el parabrisas está formado por una lámina de vidrio pequeña y frágil que se encuentra bajo una capa de vidrio, este vidrio estará helado a causa de la congelación por lo que si vertemos agua caliente, el golpe término provocará que el vidrio se astille y termine rompiéndose.

Finalmente, es muy importante no echar sal sobre el parabrisas congelado. A pesar de que pensemos que la sal es buena para quitar el hielo, es todo lo contrario. La sal evgita que el agua se congele, pero una vez que esta está congelada el proceso es mucho más lento y no conseguiremos el resultado que queremos de forma rápida. Además, si empleamos la sal podríamos rayar el cristal y dañar la chapa del coche por culpa de la acción corrosiva que la sal posee.

Tres trucos que sí podemos utilizar

El primer truco es lento pero, con paciencia, efectivo siempre y cuando tengamos en cuenta una serie de recomendaciones. Podemos emplear el aire del coche, encenderlo y enfocar el chorro al parabrisas, la temperatuda del aire caliente ha de subir de forma gradual ya que si lo enfocamos directamente con una gran temperatura, podemos provocar que el cristal se rompa. Además, en el caso de que nuestro parabrisas se haya congelado dentro de un aparcamiento lo mejor es que olvidemos este consejo porque nos podríamos intoxicar con el monóxido de carbono.

Como segundo truco encontramos, como posibilidad, emplear el alcohol que encontramos en cualquier botiquín de primeros auxilios. Si la capa de hielo es fina, podría ser muy útil ya que su punto de congelación es menor que el del agua.

Finalmente, el tercer truco pasa porque seamos un poco más previsores y nos hagamos con líquido anticongelante y una rasqueta de plástico, para no rayar el plástico ni tampoco los marcos de los parabrisas. A la hora de proceder lo más recomendable es comenzar desde los bordes hacia el centro. Lo primero es echar el líquido y después utilizar la rasqueta y, en principio, en dos minutos habríamos conseguido retirar todo el hielo.

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