Alquiler
Tarda dos años en desalojar su piso de alquiler y hace que su casero pierda 30.000 euros
El inquilino, que trabajaba en el sector audiovisual y tenía una nómina superior a los 5.000 euros netos mensuales, se asesoró legalmente para postergar lo máximo posible el desahucio.

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El propietario de una vivienda ha afrontado pérdidas de 30.000 euros después de que su inquilino se negase a pagarle el alquiler durante dos años. El arrendatario okupó la vivienda y retrasó al máximo su desahucio sin infringir la ley, para poder de esta forma prolongar su estancia en el inmueble.
Según ha informado el periódico francés 'Le Figaro', el casero compró la casa de 500.000 euros, ubicada en París, con la intención de alquilarla y cubrir la cuota de hipoteca, tasada en 1.100 euros. Para ello, buscó a un inquilino que tuviera un expediente impecable y que no pareciese que le fuese a generar ningún tipo de problema.
El perfil seleccionado correspondía a un hombre de mediana edad, trabajador en una gran empresa del sector audiovisual, soltero y con una nómina superior a los 5.000 euros netos al mes. Sin embargo, el que parecía el inquilino perfecto acabó convirtiéndose en la mayor pesadilla del propietario.
Todo parecía ir bien
En un inicio, todo parecía marchar bien. El inquilino pagaba religiosamente todas las facturas y no le suponía ningún problema al casero. Esto cambió pasados cuatro meses, momento en el que comenzó a mandar los pagos cada vez más retrasados hasta que dejó de abonar el alquiler en su totalidad.
El arrendador intentó ponerse en contacto en numerosas ocasiones con su arrendatario, pero todas fueron en vano. Al ver que no había forma de poder contactar con el inquilino, decidió tomar la vía legal e iniciar el proceso de desahucio.
Comienzan los intentos de desahucio
El inquilino recibió asesoramiento jurídico e implementó todas las herramientas legales a su disposición para posponer su desahucio el máximo tiempo posible. "Utilizó todos los mecanismos previstos para proteger a los inquilinos con dificultades económicas, como la solicitud de nuevos plazos de pago y la presentación de documentación médica", ha explicado una experta legal al medio francés.
Gracias a estas estrategias consiguió alargar el proceso de desahucio dos años, periodo durante el cual el arrendador continuaba asumiendo los gastos de la hipoteca.
La casa estaba en un estado "deplorable"
Cuando el inquilino por fin abandonó la vivienda, el casero se encontró el inmueble en un estado "deplorable". Tal y como ha denunciado, la cocina estaba inutilizable, las paredes necesitaban una capa de pintura y los suelos estaban dañados.
A las pérdidas por no pagar el alquiler se sumaron cerca de 15.000 euros en reparaciones y sustitución del mobiliario. En total, el arrendador afrontó pérdidas superiores a los 30.000 euros, de los que tan solo recuperó 3.000 gracias al embargo de las cuentas bancarias del inquilino.
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