Galicia
Galicia lucha contra tres grandes incendios y detienen a un pirómano en Ourense: "Estaba plantando fuego en unas malezas"
Los agentes sorprendieron al pirómano mientras regresaba para quemar el monte.

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Otro verano Galicia vuelve a ser noticia por los incendios forestales. En estos momentos, la comunidad está atravesando uno de los peores episodios de fuego del año. Tres grandes incendios permanecen activos y mantienen en alerta tanto a los servicios de emergencia como a los vecinos, especialmente en la provincia de Ourense.
El más grave es el de Chandrexa de Queixa, una zona de alta montaña donde las llamas ya han calcinado cerca de 800 hectáreas, convirtiéndose en el mayor incendio registrado este verano en Galicia.
Fue el pasado viernes cuando el fuego se originó y desde entonces avanza sin control resistiéndose a los trabajos de extinción. Durante el fin de semana, la situación fue empeorando, y el sábado al mediodía ya se catalogó oficialmente como un gran incendio al superar el medio millar de hectáreas arrasadas.
Sin embargo, el incendio en Maceda empezó con cinco focos simultáneos donde la proximidad de las llamas a las viviendas obligó a activar por momentos la Situación 2, aunque finalmente las casas fueron preservadas. Esto ha hecho a los investigadores a sospechar de que ha podido ser provocado intencionalmente porque no sería la primera vez que ocurre en alguno de los incendios en Galicia.
Sorprendio entre las malezas
A esta situación se suma la detención de un presunto pirómano en Ourense. Según fuentes policiales, se trata de un hombre de 28 años arrestado in fraganti. El inspector Manuel Caparro, de la UDEV de Ourense, explicó que el pirómano "fue sorprendido cuando estaba plantando fuego en unas malezas".
La operación fue posible gracias a la colaboración entre la policía judicial y los agentes forestales de la Xunta, que idearon una estrategia para engañarlo y pillarlo en el pleno acto. El propio pirómano incluso quiso ayudar a los agentes con la instalación de cámaras en su casa. Caparro recuerda que tenían casi por seguro que tenía que ser un vecino, por lo que tuvieron que hacerle creer que no lo estaban vigilando: "Tiene que ser un vecino que vea que os vais de la zona".
La Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO) de la Xunta también ha participado en el operativo. El agente Aurelio Mosteiro reveló que los apostaderos donde le pillaron "son sitios estratégicos donde pensamos que va a volver a provocar el incendio".
Según las investigaciones, el detenido habría comenzado a quemar monte ya en el mes de julio, con seis días seguidos de actividad, y en agosto hubo hasta dos por día, aunque llegando a provocar hasta dos incendios por día.
El perfil de los pirómanos es muy variado, y solo una de cada cuatro personas detenidas por estos delitos acaba siendo condenada, porque demostrar la intencionalidad ante un juez no es una tarea muy complicada. Las penas para los delitos de incendio forestal van de uno a cinco años de prisión, pero si existe riesgo para las personas, pueden alcanzar entre diez y veinte años.
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