Inquiokupación

Rocío y Loli, víctimas de inquiokupas, recuperan sus casas tras muchos meses de lucha

Rocío tardó 19 meses en recuperar su casa en Marbella, mientras que Loli tuvo una lucha de 22 meses con su inquiokupa de Sestao.

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El problema de la okupación va en aumento en España y tiene distintas formas, entre las que se encuentra la inquiokupación, que son inquilinos que dejan de pagar el alquiler y se niegan a abandonar la casa, provocando una gran pérdida de tiempo y dinero a sus propietarios.

Rocío, en Marbella, y Loli, en Sestao, son víctimas de la inquiokupación. Ahora, ya están mucho más tranquilas porque en las últimas 24 horas han logrado recuperar sus viviendas. Loli lleva meses luchando por la casa de su prima, que tiene 82 años y que necesita el dinero para pagar la residencia.

Rocío y Loli, dos batallas contra la 'inquiokupación'

Loli no se quería mover del portaldel domicilio de su prima, y aprovechaba el tiempo para tejer. "Os voy a hacer bufandas a todos", afirmaba. Ese era su día a día, haciendo guardia en la cada inquiokupada. Una situación insostenible que llevaba denunciando desde hace meses, asegurando que tanto ella como su prime se sentían "hundidos e indefensos".

Sin embargo, su insistencia ha encontrado recompensa y, tras esta odisea, por fin ha podido volver a su casa y respirar tranquilas. "Isa, que ya tenemos casa", avisaba a un familiar. Su batalla comenzó hace 22 meses, casi dos años durante los cuales uno de sus tres inquilinos se negó a pagar el alquiler. "Las otras dos personas pagaban la mensualidad al que se ha quedado de inquiokupa, pero no me la ingresaba", explica. Ahora, le toca limpiar el destrozo provocado por el inquiokupa.

Por ese mismo mal trago ha pasado Rocío que, tras "19 meses de sufrimiento", podía volver a su casa. "Arrancaron todas las puertas de los armarios", mostraba a Antena 3 Noticias. El domicilio estaba con papeles y con muchos desperdicios, sucia y con un montón de ropa acumulada en una de las habitaciones.

Además, era su única vivienda y, a pesar de que no podía acceder a ella, tenía que seguir pagando una hipoteca cada vez más cara, llegando al puto que tuvo que contar con la ayuda de otras personas para sobrevivir. "Me están haciendo ingresos en mi número de cuenta para poder sobrevivir, para poder pagar la hipoteca y el alquiler de mi casa". Tras este incidente, Rocío quiere vender la propiedad, y afirma que gracias a eso, tanto ella como su hija podrán salir adelante.

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