Sevilla
Reconstruyen el clítoris de una joven de 23 años víctima de mutilación genital tipo III en un hospital de Sevilla
Se trata de una operación pionera que ha conseguido recuperar el aspecto y, sobre todo, su funcionalidad de su aparato reproductor femenino.

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En Somalia, casi todas las mujeres comienzan la vida enfrentando desafíos inhumanos desde la infancia. Para muchas, la mutilación genital femenina es una realidad que marca su salud y sus emociones, cambiando su futuro. Es el caso de una joven somalí de 23 años que reside en Sevilla y ha conseguido algo inimaginables.
El Hospital Universitario Virgen Macarena, en Sevilla, ha realizado por primera vez una cirugía de reconstrucción genital y clítoris a una mujer que fue víctima de mutilación genital tipo III. Esta intervención ha sido liderada por el doctor Antonio Jiménez Caraballo y su equipo del Servicio de Ginecología y Obstetricia, que ha marcado un antes y un después en la vida de la somalí.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mutilación genital tipo III es la más agresiva y traumática. Consiste en el estrechamiento extremo de la vagina mediante el corte y recolocación de los labios menores o mayores, habitualmente con extirpación del clítoris, dejando apenas dos diminutos orificios para la orina y la sangre menstrual.
En el país africano se estima que el 98% de las mujeres han sido sometidas a mutilación entre los 4 y 15 años, afectando a más de 230 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, sobre todo en África Occidental.
La joven somalí llegó al hospital con secuelas físicas y psicológicas de gran complejidad. Ahora, gracias a esta intervención pionera, ha recuperado el aspecto y funcionalidad de su aparato genital femenino y del meato urinario. "El Hospital Virgen Macarena pone a disposición de estas mujeres que han sufrido este tipo de abuso una forma de reconstruir no solo sus genitales, sino también su vida", explicó el doctor Jiménez Caraballo al 'Diario de Sevilla', que añadió que "la mutilación provoca un daño físico, pero también un enorme impacto psicológico que no puede pasarse de alto".
La operación
La técnica quirúrgica se completa, normalmente, en una sola sesión y requiere como máximo 24 horas de hospitalización, según los responsables del hospital. Luego, sigue el reto de la recuperación psicológica, porque el trauma de la mutilación suele acompañar a las víctimas durante años. De hecho, los profesionales recomiendan un apoyo psicológico continuado para ayudar a las mujeres a superar el miedo, la vergüenza y las secuelas del abuso.
El hospital ha informado a asociaciones de inmigrantes y a ONG de toda Andalucía sobre la disponibilidad de esta cirugía, que puede solicitarse a través de Atención Primaria. La Junta de Andalucía reconoce la mutilación genital como violencia de género y dispone de recursos para prevención, atención y formación de médicos, educadores y trabajadores sociales, en busca de una atención integral que reconozca el daño y trabaje en la sensibilización y la reparación.
Violación de derechos humanos
Aunque durante años Cataluña ha registrado más casos por la presencia de poblaciones inmigrantes procedentes de África, Andalucía está viendo un aumento como resultado del asentamiento de estas comunidades. "Hasta ahora no habíamos visto muchas mujeres con este tipo de lesiones en la región, pero esa realidad está cambiando", señala el doctor Jiménez Caraballo al 'Diario de Sevilla'.
La mutilación genital femenina, a diferencia de la circuncisión masculina, no aporta ningún beneficio para la salud. Al contrario, se asocia con infecciones urinarias recurrentes, complicaciones durante el parto, esterilidad y problemas emocionales graves, incluso la muerte. La OMS y otros organismos denuncian que es una violación de derechos humanos.
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