Homenaje en apoyo a las víctimas en el centro de Barcelona

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BARCELONA SE RECUPERA

Las Ramblas se llenan de flores y mensajes en homenaje a las víctimas del atentado

En la zona ya se pueden ver numerosas muestras de apoyo a las personas fallecidas. Con las banderas a media asta, lazos negros, flores, mensajes y velas, el centro de la ciudad amanecía en silencio.

Barcelona amanece entre gestos de apoyo a las víctimas. Los establecimientos que han abierto en la zona de Las Ramblas han colgado lazos negros en sus puestos. La gente no ha dudado en acudir al lugar donde paró la furgoneta e improvisar un homenaje con flores y mensajes sobre el mosaico de Miró, en memoria de los fallecidos, así lo han reportado varios usuarios de Twitter.

Trabajadores de los puestos de flores de las ramblas, homenajeando a las víctimas #barcelona pic.twitter.com/tZFMeKvywN

— Adela Gonzalez (@addelagonzalez) 18 de agosto de 2017

La gente ha improvisado un homenaje com velas y flores en el lugar donde paró la furgoneta, sobre el mosaico de Miró en la Rambla. pic.twitter.com/Y3wgsXj3Et

— Arturo Puente (@apuente) 18 de agosto de 2017

La Rambla y el centro de Barcelona continuaba a primera hora de este viernes en silencio y sin el habitual ruido de vehículos, turistas y transeúntes en pleno mes de agosto, si bien a medida que avanzaba la mañana los paseantes volvían a salir a la calle a pesar del atentado terrorista del jueves.

Sobre las once de la noche del jueves, horas después del atropello masivo, los cuerpos policiales empezaron abrir algunas vías para que los visitantes pudieran acercarse a sus alojamientos y para que los vecinos pudieran regresar a sus casas. No obstante, esta apertura de calles fue temporal ya que agentes de Mossos d'Esquadra y de Guàrdia Urbana impedían el paso en puntos como las calles Santa Anna, Tallers, Bonsuccés y Comptal.

Los viandantes se amontonaban por decenas tras la cinta policial y sólo conseguían regresar a sus hogares u hoteles acompañados de algún agente o esperando sin más información a que se abriera el paso. Avanzada la noche, destacaba un silencio inhabitual en pleno centro de la capital catalana, sin coches, sin turistas hablando y sin personas paseando por la emblemática vía.

Así, el barrio tomado por Mossos, Urbana y efectivos sanitarios, despertaba con escasos comercios abiertos, pero a medida que se acercaban las diez de la mañana, cada vez más persianas de los locales comenzaban un viernes inusual. La Rambla, lugar de paso para miles de turistas cada día, y calle típica de la que se dice popularmente que los barceloneses siempre van con prisa, agolpaba personas en calma que iban haciendo fotos a quioscos típicos y tiendas que intentaban abrir con normalidad, a pesar de las cintas policiales y las patrullas.

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