La implantación de la recogida selectiva de residuos orgánicos se inició en Madrid en noviembre de 2017 para adecuarse a la normativa europea y nacional, que tiene como objetivo alcanzar, para el año 2020, la reutilización y el reciclado de al menos un 50% de la cantidad de los residuos de procedencia doméstica y comercial destinados a la preparación. Para el correcto tratamiento de los residuos, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto a disposición de los ciudadanos un nuevo contenedor, de color gris y tapa marrón, que se diferencia del tradicional de tapa naranja.
En la fase piloto, estos contenedores se instalaron en 17 ámbitos del término municipal, así como para grandes generadores de biorresiduos. Para finales de 2018, la recogida ya se había extendido a 12 distritos completos. Este año se espera que el sistema se implante progresivamente hasta cubrir toda la ciudad. El consistorio ya ha anunciado que a partir de noviembre de 2019 este nuevo contenedor estará disponible en los distritos de Centro, Retiro, Salamanca, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Moratalaz, Carabanchel, Usera y Barajas.
Este procedimiento permite “mejorar el aprovechamiento de los residuos, obteniendo fertilizante y energía”, asegura en el portal informativo del Ayuntamiento, además de situarnos “a nivel de otras ciudades europeas”. La medida tiene como objetivo ser más respetuosos con el medio ambiente y lograr una mayor eficiencia en la gestión de los residuos.
El Ayuntamiento, desde el inicio del proyecto, ha puesto en marcha una campaña de información y concienciación sobre la correcta utilización de los contenedores de tapa marrón. Así, todos los hogares de los distritos en los que ya se han implantado, han recibido una carta informativa en la que se detalla qué residuos van en este nuevo contenedor de fracción orgánica:
- Restos de fruta y verdura
- Restos de carne y pescado
- Cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos
- Otros restos de comida
- Restos de infusiones y posos de café
- Servilletas usadas, papel de cocina sucio y papel y cartón sucios de aceite o de restos de comida
- Tapones de corcho, cerillas y serrín
- Pequeños restos de jardinería: plantas, hojarasca, ramos de flores...
El Ayuntamiento subraya que para poder obtener abono de calidad, es muy importante que no se deposite en el contenedor marrón residuos no orgánicos.
Pañales, compresas, toallitas húmedas, colillas, polvo de barrer, excrementos de animales y arena de gato y pelo deberán seguir depositándose en el contenedor de tapa naranja.
Toda la información está disponible en la web aciertaconlaorganica.es, con publicaciones que buscan un mayor compromiso de toda la ciudadanía con la separación de residuos. Además, cualquier duda puede ser consultada a través del número de teléfono 010 o vía Twitter.
El área de Medio Ambiente informó que en 2016 los madrileños generaron 398 kilos de media de residuos por persona, esto es, 1,1 kilos por habitante y día. El 71 por ciento de esos residuos corresponden a la fracción resto (contenedor de tapa naranja), constituida en un 47 por ciento por materia orgánica en el caso del cubo de basura doméstico y un 30 por ciento en el sector comercial.