Provoca un escape de gas para asfixiar a su inquilino

Alrededor de las siete de la madrugada del pasado sábado, un vecino de Orozko contactó con el 112 para alertar de una fuga de gas en su vivienda, situada en la planta baja de un caserío en el que residía en régimen de alquiler.

Según informó, al regresar a la casa detectó un fuerte olor a gas. Al lugar acudieron efectivos de la Ertzaintza y los bomberos, que comprobaron que la concentración de gas existente era peligrosa.

El inquilino del caserío confirmó que era arrendatario solo de la planta baja y que en la parte superior no residía nadie de forma habitual. Por ello, se contactó con el dueño de la casa, que se desplazó al lugar y cortó la emanación que, supuestamente, procedía de unas bombonas de la planta superior. 

En todo momento, el propietario trató de evitar el acceso de los bomberos y agentes a la zona de la vivienda donde se encontraban las bombonas. La investigación desarrollada por la Ertzaintza permitió determinar que existían indicios de que el escape era provocado.

Los agentes comprobaron que, en los últimos meses, el inquilino de la planta baja había sido víctima de insultos y amenazas por parte del arrendador, que deseaba que abandonase el domicilio. En la actualidad, se encontraban en trámites judiciales por este motivo.