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LOS PADRES TAMBIÉN RECIBEN TERAPIA

El primer campus para menores conflictivos está en Madrid

Acoge a menores de entre 12 y 18 años que aceptan voluntariamente un internamiento para recibir apoyo y resolver situaciones problemáticas.

La implicación de padres e hijos es fundamental para resolver este tipo de conflictos familiares. Por eso en Madrid se ha creado este centro, para que quienes lo elijan voluntariamente reciban ayuda.

El centro lleva un mes abierto y por ahora trata a ocho adolescentes, aunque tiene capacidad para 40. El periodo mínimo de tratamiento es de dos meses y el máximo es de nueve. Un equipo de educadores, psicólogos y psiquiatras, dirigidos por Javier Urra, atienden en todo momento a los jóvenes. Les apoyan para superar sus problemas y enseñan límites.

Conviven en cuatro chalets. Sus habitaciones están hechas de materiales irrompibles, no tienen teléfono móvil y sólo pueden comunicarse por carta o con un par de llamadas semanales a su familia.  Sus padres también reciben terapia. El objetivo es que ambas partes respeten las reglas de juego y se pueda llegar a conseguir una buena convivencia en casa.

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