Los posibles fallos en la investigación del cuerpo de Álvaro Prieto: "Parece evidente que el cuerpo se podría haber localizado antes"

Desde que Álvaro Prieto desapareció el pasado 12 de octubre en las inmediaciones de la Estación de Santa Justa de Sevilla, son muchas las dudas que están en el aire en torno a la investigación del caso y el tardío hallazgo del cadáver. ¿Por qué apareció cuatro días después? ¿Cómo ha podido llegar a encontrarse su cuerpo justo entre los dos vagones de tren? ¿Hubo deficiencias en los trabajos de búsqueda?

Primer fallo: el cuerpo podría haber aparecido antes del lunes

Eva Braña, periodista de la Delegación de Sevilla de Antena 3 Noticias, asegura que "se está cuestionando y mucho el trabajo de la Policía Nacional". Prieto, jugador del juvenil del Córdoba F.C. y estudiante de ingeniería, muere en el momento de la desaparición. Es lo que confirmó la autopsia del cadáver.

El informe policial señala además que fallece por un accidente eléctrico después de que haya tocado la catenaria del tren. "Conforme conocemos más datos sí que parece evidente que el cuerpo del chico se podría haber localizado antes y ahorrar así días de sufrimiento a la familia", asegura Braña.

Una de las cuestiones que se preguntan muchos es por qué ha resultado tan complicado el hallazgo de su cuerpo en una zona que no se encontraba muy lejos del último punto en el que fue visto. Además, llama la atención la forma en la que llega al vagón. Se creía que pudo haber saltado el puente para cruzar las vías y llegar al techo del tren. Sin embargo, esta hipótesis es errónea. Se han detectado huellas dactilares el joven en las paredes de los vagones, según confirma la criminalística de la policía.

El gran error: revisaron las imágenes de la descarga eléctrica un día después de tener el acceso

"Sabemos por los vecinos de la barriada de Las Huertas, que está pegada a las vías, que el sábado los investigadores sobrevolaron controles la zona donde apareció el cadáver sin que detectase nada y que el domingo por la noche la policía y la unidad canina de la Policía Nacional inspeccionaron a oscuras ese mismo entorno sin éxito", explica la periodista.

Ahora bien, los agentes disponían de las imágenes en las que se ve cómo Álvaro Prieto fallecía por descarga eléctrica. Las tenían desde el domingo aunque las revisaron el lunes. "El visionado se hace una vez se ha descubierto el cadáver de Álvaro, la localización de esas imágenes se hace posterior", destaca Eva Braña.

Pedro Fernández, el delegado del Gobierno en Andalucía, explicaba que "precisamente el lunes era el día en el que se iba a hacer la inspección ocular en la parte de los talleres en donde se encontraba el tren en reparación a tan solo 2 km de la estación". Pero ya era tarde porque finamente y fortuitamente un equipo de televisión "es el que descubre el cuerpo entre los dos vagones".

Sin duda este ha sido uno de los grandes fallos de la investigación. El Instituto de Medicina Legal de Sevilla descartó que la muerte se produjera por cualquier otra circunstancia. También aclara que no hubo intervención de terceras personas. Pero quedan muchas incógnitas por resolverse.

Incógnitas sin resolver

La Policía continúa investigando cómo pudo entrar a la zona restringida y cómo sube cuatro metros y medio de altura para llegar al techo del convoy. "Esa pregunta solo la podría responder el propio Álvaro porque no parece una solución lógica a lo que pretendía hacer", asegura la periodista.

Su objetivo era llegar a Córdoba, aunque la forma en la que intentaba conseguirlo era "a la desesperada". "No duda en infringir en varias ocasiones las normas, primero colándose en un tren sin billete y a pesar de ser identificado y advertido por la seguridad de la estación, continua en su empeño", dice Eva Braña.

Así, los enigmas en torno a este trágico suceso pueden quedar sin respuesta. Todos están vinculados a las decisiones que fue tomando Álvaro. "Cualquier opción parece más segura que subirse en lo alto de un tren, una elección en la que por desgracia, allí encontró la muerte", concluye la redactora.

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