Los 'indignados 'protestaban por el encierro de inmigrantes que, según aseguran, no han cometido ningún delito. Estaban sentados frente a este centro de inmigrantes para impedir la deportación de un argelino que ha solicitado asilo político y que aseguran que peligra su integridad si regresa a su país.
La policía, tras el desalojo, ha instalado un control de seguridad en torno al centro para impedir nuevas acampadas. Aunque el desalojo fue anoche, esta mañana se han producido nuevos incidentes cuando los indignados vieron salir un furgón en el que suponían que iba el mencionado ciudadano argelino. La policía volvió a cargar y limpió la zona.
Mientras el portavoz de este colectivo, Rafael Palomo, habla de puñetazos en la boca, tortazos en la cara y "patadas gratuitas" de los agentes a los 'indignados', la Policía ha negado que haya existido carga policial, y asegura que la actuación consistió en retirar a los jóvenes uno por uno a la plaza próxima.
Los 'indignados' decidieron aentarse en la puerta de entrada y salida de vehículos del CIE para evitar la deportación del joven argelino Sid Hamed Bouziane, de 28 años, porque "significaría su condena a muerte", ya que sostienen que sería encerrado por las autoridades del país o asesinado por los rebeldes.
El colectivo resalta que ningún preso puede estar encerrado más de sesenta días sin que se presenten cargos y llama la atención sobre las condiciones en las que se encuentran internados los inmigrantes en el CIE de Málaga.
