Pulseras violencia de género
La polémica por los fallos en las pulseras de control contra los maltratadores, punto por punto
¿Funcionan las pulseras de control contra la violencia de género? Aclaramos las dudas generadas alrededor de esta polémica.

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La alarma se disparó el pasado 17 de septiembre, pero los hechos sucedieron hace ya más de un año. En la página 615 de la memoria anual, Fiscalía General del Estado avisaba de que las pulseras de control a los maltratadores reportaron una pérdida temporal de datos.
Desde esta advertencia, el pase de la pelota de unos a otros ha sido continuo. Nadie asume responsabilidades y lo ocurrido se pierde en la marabunta de informaciones. Para ello vamos a intentar aclarar punto por punto qué ha ocurrido.
¿Qué dice la Fiscalía General del Estado en la página 615?
En su memoria anual de 2024, Fiscalía General del Estado, hace en este apartado un llamamiento a la necesidad de usar estos dispositivos como método de protección de las víctimas de violencia de género. Dice textualmente: "Las fiscalías reconocen mayoritariamente en sus Memorias la indiscutible utilidad de los dispositivos como instrumento para proteger a las víctimas, resultando incontestable que hasta la fecha ninguna de las mujeres asesinadas portaba dispositivo telemático de control".
Acto seguido, reconoce que esas mismas fiscalías: "También expresan los problemas derivados de la dificultad de guardar la distancia de 500 metros en localidades pequeñas, la deficiente cobertura de zonas rurales aisladas, el tiempo que emplean en trasladarse los técnicos de 'Cometa' a esas áreas, así como el trabajo que les supone el análisis y cribado de las incidencias que reporta el centro 'Cometa'" .
Entre estos fallos citan como "denominador común" uno en concreto "apuntado por muchas fiscalías": "el relacionado con el seguimiento y control de las penas y medidas cautelares de alejamiento a consecuencia del cambio de prestatario y de la nueva adjudicación del servicio al no disponer, por problemas de descarga, de la información del anterior proveedor de servicios y de la información relativa al uso de los dispositivos por parte de investigados y penados o la ubicación de estos".
¿A qué se refiere con "cambio de prestatario"?
Las pulseras de control en casos de violencia de género estaban gestionadas por Telefónica. A través de un nuevo contrato la gestión pasó a manos de una unión entre Vodafone y Securitas entre finales de 2023 y marzo de 2024.
Según la Memoria de Fiscalía es ahí cuando se produce el error ya que durante esta migración se produjo un error en el volcado de datos por el que no era posible acceder al histórico de ubicaciones de los agresores anteriores a marzo de 2024.
Según la Fiscalía General del Estado esta incidencia supuso una "potencial desprotección de las víctimas" que provocó "una gran cantidad de sobreseimientos provisionales o fallos absolutorios".
En unos meses se va a licitar un nuevo contrato para estos dispositivos incorporando "una serie de mejoras técnicas".
¿Quién negoció el cambio de contrato?
Irene Montero estaba al frente del ministerio de Igualdad en el momento de las licitaciones. Al ser preguntada por la polémica, la eurodiputada de Podemos justificó el cambio por la necesidad de mejoras. "Por eso hicimos una mayor inversión cuando estábamos en el ministerio, porque eran dispositivos muy antiguos, del 2013, en los que se gastaba rápido la batería, eran muy grandes y siempre se piden mejores y es legítimo".
¿Se compraron las nuevas pulseras en Aliexpress?
"Absolutamente falso", así de rotunda se ha mostrado la ministra de Igualdad. "Es imposible porque son pulseras y dispositivos muy definidos para el sistema Cometa. Están absolutamente diseñados para el sistema Cometa. Están homologados en la Unión Europea" y añadió que es "radicalmente falso que los datos los tuviera una empresa israelí".
Es verdad que empresas como AliExpress venden dispositivos similares por un precio que varía entre 12 dólares y 300. Revisando la licitación del contrato con Vodafone que hoy está vigente se especifica que estos dispositivos “no son un bien corriente disponible en el mercado” "estos dispositivos no son un bien corriente disponible en el mercado" y se calcula un precio unitario de 1.200 euros. Sin embargo, en el contrato no se recoge el nombre de la empresa que los fabrica.
El portal de la agencia EFE, EFE Verifica publica que fuentes de Vodafone le confirman que fueron suministradas por la empresa española Oysta Spain y que son las mismas que se usan, por ejemplo, en EE.UU. para arrestos domiciliarios.
Oysta Spain coincide con el ministerio de Igualdad en que estas pulseras son un modelo adaptado a las necesidades de 'Cometa'. "El brazalete es un hardware con chipset y firmware exclusivo", según recoge el portal Newtral.
¿Cuántos procedimientos se vieron afectados?
En su memoria, Fiscalía no dice una cifra exacta, pero tras el revuelo causado tras la publicación este organismo, junto con el ministerio de Igualdad, matizaron que "las víctimas siempre han estado protegidas".
Y en un comunicado, Fiscalía señaló que "la mayoría de los casos en los que no se pudieron aportar datos se resolvieron posteriormente" y que los sobreseimientos provisionales se reabrieron una vez recuperados los datos.
¿Habrían salido maltratadores a la calle por este fallo?
Tanto Fiscalía como Igualdad aseguran que no. La cartera de Ana Redondo asegura que esta situación "en ningún caso" ha afectado a delitos de violencia de género, como puede ser una agresión, sino a delitos de quebrantamiento de condena.
Ambas partes indican que el informe técnico de Cometa "no es siempre la única prueba" y han agregado que "puede haber otros elementos probatorios".
¿Cómo funcionan las pulseras de violencia de género?
La puesta de la pulsera a un maltratador lo determina un jugado. El brazalete se coloca en el tobillo de la persona que tiene una orden de alejamiento y que o bien ha sido ya condenado o bien está a la espera de sentencia.
La víctima recibe un teléfono inteligente que se activa cuando el agresor traspasa la prohibición de acercamiento.
La correa de la pulsera detecta roturas y manipulaciones. En el caso de que esta pulsera pierda la cobertura, se manipule o el acusado traspase la orden de alejamiento se lanza una alerta al centro Cometa que se pone en marcha o bien contactando con el agresor, con la víctima o alertando a las fuerzas y cuerpos de seguridad.
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