Es una de las webs que está más de moda entre los estudiantes. Se llama Informer y en ella se publican todo tipo de comentarios anónimos. Los estudiantes pueden enviar a los administradores sus rumores y deseos más íntimos y estos se encargaran de publicarlo en el muro de dicha página. Empezó como una forma de cotilleo, pero algunos la utilizan para insultar o amenazar a sus compañeros. "He visto más de una discusión. Como es anónimo y nadie se conoce, la gente se insulta", afirma un joven estudiante.
Otra aplicación muy similar llamada Gossip también se ha convertido en un nuevo fenómeno viral que se ha extendido por los institutos. Es una aplicación para móviles de gama alta y depende de una empresa ubicada en Barcelona. Ambas aplicaciones han tenido un éxito sorprendente en el escaso mes que llevan en funcionamiento y han conseguido enganchar a miles de jóvenes universitarios y también de institutos y centros escolares catalanes.
En algunos centros educativos ya han lanzado la voz de alarma e incluso se han puesto las primeras denuncias. "En algunos casos podría tratarse de un delito contra la integridad moral, que es un delito mucho más grave y con pena de prisión", asegura el jefe del Área central de personas de los Mossos d'Esquadra Jordi Domenech.
Además, ha recordado que algunas de las injurias vertidas, si son reiteradas en el tiempo, pueden llegar a considerarse como delitos y que, si estas injurias llevaran finalmente al suicidio de un afectado, el autor de las mismas podría ser acusado de inducción al suicidio u homicidio imprudente.
Por el momento, los Mossos recomiendan que, al detectar un mensaje calumnioso en estas dos plataformas, se contacte con el administrador y se pida su retirada -algo que aseguran es relativamente fácil y se puede hacer a través de los propios programas-, y que solo se denuncie a la policía o a los juzgados si es un acoso continuado y grave.
En el caso de los menores, los padres tienen un papel fundamental. Deben enseñar a sus hijos a respetar las normas de uso de las redes sociales, ya que si no las utilizan correctamente pueden llegar a convertirse en una peligrosa arma de acoso escolar. "Anónimamente pueden decir lo que quieran con libertad y dejar mal a las personas", se resigna una madre.
Durante el año pasado, los Mossos d'Esquadra recibieron 40 denuncias relacionadas injurias, calumnias y amenazas a traves de la red.
