Ocurre de vez en cuando, un banco niega a un cliente la tarjeta de crédito, porque la persona que la pide está incluido en un fichero de morosos por una deuda de poco dinero.
Eso es lo que le ha pasado a una familia madrileña. La crisis económica ha disparado el número de personas que son incluidas, de forma indebida, en este tipo de archivos. La mayoría de los casos está relacionado con el sector de las telecomunicaciones y el bancario.
Verónica Curiel forma parte de un registro de morosos por una equivocación. Su compañía le reclama dinero desde hace un año. Se informó de dónde provenía su deuda y resultó ser de un número de teléfono que jamás había tenido.
Los avisos de cobro llegaban por carta y a su teléfono. La familia interpuso una denuncia en la Guardia Civil pero desde entonces pagan las consecuencias. Los bancos consultan estos ficheros antes de aprobar una operación con sus clientes, y en el caso de Verónica, han rechazado la emisión de una tarjeta de crédito.
Según la Agencia de Protección de Datos, este tipo de errores se han disparado por la crisis un 50%, sobre todo relacionados con el sector de las telecomunicaciones y la banca.
No hay cifras oficiales pero muchos ciudadanos figuran como deudores sin saberlo. Entrar en la lista es más fácil que salir de ella. Por ello, solo hay dos opciones: pagar la deuda o esperar seis años. Después de ese plazo, la ley obliga a las empresas a borrar los datos del supuesto moroso. La deuda no vence, pero sí el cargo de tenerla.
