medusas España

Las medusas llegan antes a las costas españolas y se irán más tarde debido a las altas temperaturas

Según el biólogo marino del CSIC, se prevé que alarguen su estancia hasta "bien entrado el otoño".

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Las altas temperaturas están teniendo consecuencias más negativas que positivas en la Península. A las muertes por golpe de calor y a la sequía por escasez de precipitaciones se les ha unido la abundancia de medusas en las aguas que bañan las costas españolas.

El incremento de las temperaturas y las continuas olas de calor han propiciado que este año las medusas adelanten su llegada a las zonas litorales, y se prevé que alarguen su estancia hasta "bien entrado el otoño".

Así lo ha indicado a Efe el biólogo marino y profesor de investigación del CSIC, Josep María Gili, quien confirma que estos animales podían verse en las playas ya desde el pasado mayo y que seguirán hasta el mes de noviembre, cuando su período natural en las costas españolas suele ser entre junio y septiembre.

Sin embargo, el experto no cree que este año "haya más o menos medusas que otros", sino que "estamos en la pauta general" de lo que lleva ocurriendo los últimos diez años.

Características generales de las medusas

Las medusas pertenecen a la familia filo Cnidaria formado por más de 10.000 especies de animales marinos. Habitan en aguas generalmente cálidas, pero su condición les permite soportar temperaturas de hasta menos 6 grados o, por lo contrario, de hasta 31 grados. Su organismo está formado por un 96% de agua.

Peligrosidad de la medusa

Una de las especies de medusa más frecuentes en España es la Medusa luminiscente que se suele desplazar tanto por el mar Mediterráneo como por el océano Atlántico. Aunque su presencia no es frecuente en las aguas españolas, en el caso de la medusa avispa, después de veinte minutos del roce, que normalmente no se siente, la víctima puede morir de embolia cardiaca.

La peligrosidad de la medusa varía en función de las especies pero los daños que suelen ocasionar todas son igual en mayor o menor grado. La picadura de medusa se representa comúnmente por medio de dolor y ardor en la zona, que muchas veces es pasajera. Sin embargo, en otros casos se pueden presentar fallos circulatorios y se puede correr el riesgo a ahogarse.

Asimismo, una medusa que se encuentra muerta puede seguir ocasionando irritaciones y emitir veneno durante varias semanas.

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