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TRAGEDIA EN SANTIAGO DE COMPOSTELA

Masiva respuesta ciudadana a la llamada de donación de sangre

Cerca de doscientas personas trabajan en la búsqueda de más víctimas del accidente de tren en Santiago, en el que han fallecido 77 personas, al tiempo que empiezan a moverse los vagones del convoy siniestrado.

Casi un tercio del pasaje ha fallecido. El rescate del interior de los vagones ha sido especialmente complicado, incluso con motosierras. Los servicios funerarios trasladaban los cuerpos a las instalaciones del pabellón multiusos Fontes do Sar en Santiago, habilitado como tanatorio provisional.

El incesante ir y venir de vehículos fúnebres daba muestra de la magnitud de la tragedia. Seis agentes de la Policía Nacional especialistas en identificación de cadáveres eran enviados al momento desde Madrid. Hasta el edificio Cersia, centro de atención improvisado, llegaban los primeros familiares de los viajeros para recibir información y atención psicológica.

Los supervivientes, la gran mayoría heridos, eran asistidos en hospitales de Santiago, La Coruña y Vigo, donde llegaron a concentrarse más profesionales sanitarios que pacientes. Cinco de las víctimas estarían en coma y otras 20 en estado de extrema gravedad. Entre los pocos ilesos se encuentran los dos conductores del tren.

La respuesta ciudadana ha sido masiva al llamamiento de donación de sangre del Centro de Transfusión. En un primer momento la hilera de donantes se extendió hasta casi un kilómetro.

Muchos de ellos, vecinos próximos al lugar del siniestro, habían llevado a los heridos en sus propios vehículos hasta los centros sanitarios. Les proporcionaron además los primeros auxilios con agua y mantas. Entre los gestos solidarios, la decisión de los hosteleros de Santiago de organizar un "banco de habitaciones" para familiares de víctimas. Durante la mañana se ofrecerán cifras oficiales del siniestro

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