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Aviso DGT: si conduces con estas gafas de sol podrían multarte

Para evitar riesgos bajo el sol intenso muchos conductores recurren a las gafas de sol. Pero lo que pocos saben es que no todas son aptas para conducir y, de hecho, algunas pueden costarte una multa.

Coche y calor

Coche y calorPIXA BAY

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La seguridad vial no es solo una cuestión de normas; es un compromiso colectivo que involucra a conductores, peatones y autoridades. Cada detalle cuenta cuando se trata de evitar accidentes: desde el estado del vehículo hasta las condiciones meteorológicas y, por supuesto, la visión del conductor. Un elemento tan cotidiano como unas gafas de sol puede marcar la diferencia entre prevenir un accidente o provocarlo.

En España, aproximadamente 28 millones de personas tienen carnet de conducir. Esa cifra habla del enorme flujo diario de vehículos en carretera, y también de la gran responsabilidad individual que implica ponerse al volante. En los últimos años, la DGT ha reforzado su trabajo en la prevención de siniestros viales, centrándose en elementos que antes pasaban más desapercibidos, como las distracciones, la fatiga... o el tipo de gafas que llevamos.

¿Qué función tiene la DGT y por qué regula las gafas de sol?

La Dirección General de Tráfico, dependiente del Ministerio del Interior, tiene como principal objetivo garantizar la seguridad vial en las carreteras españolas. Para ello, regula, informa y sanciona cuando es necesario. Una de sus competencias es evaluar y actualizar las condiciones que pueden influir en la conducción segura, incluyendo la visibilidad.

El uso de gafas de sol está contemplado en sus recomendaciones y normativas, ya que afecta directamente a la capacidad de ver bien al volante. No se trata de una prohibición por capricho, sino de una medida preventiva: hay lentes que, lejos de ayudar, pueden comprometer la visión en situaciones críticas como la entrada a un túnel, cambios de luz repentinos o momentos de baja luminosidad.

Prohibiciones curiosas pero lógicas

A lo largo de los años, la DGT ha regulado conductas que, a primera vista, pueden parecer extrañas pero tienen todo el sentido cuando se explican. Por ejemplo, conducir con chanclas puede acarrear una multa si se considera que impide un control adecuado de los pedales. Comer o maquillarse mientras se conduce también está sancionado, al tratarse de distracciones evidentes. Incluso dejar el coche con las ventanillas bajadas en determinadas zonas puede considerarse negligente.

Estas prohibiciones no buscan incomodar, sino proteger. Y en esa misma línea se inscribe el aviso sobre las gafas de sol: no todas sirven para conducir, y algunas incluso pueden ser peligrosas.

Las gafas de sol que te pueden costar 200 euros

Según ha recordado la DGT recientemente, el uso de gafas de sol con filtro de categoría 4 está terminantemente prohibido al volante. Este tipo de gafas, pensadas para deportes de alta montaña o nieve, reduce de forma extrema el paso de luz, lo que puede llegar a impedir ver con claridad en túneles o zonas de sombra. Conducir con ellas es prácticamente hacerlo “a ciegas”.

Otro modelo desaconsejado son las fotocromáticas, esas que se oscurecen automáticamente con la luz. Aunque parecen prácticas, su principal problema es que tardan entre 3 y 5 minutos en aclararse al pasar de zonas soleadas a zonas oscuras. Ese retardo puede ser crítico en determinadas situaciones de tráfico.

Por el contrario, las gafas polarizadas son las más recomendadas. Reducen los reflejos y mejoran el contraste, especialmente útiles cuando el sol está bajo o se refleja en el asfalto. También son válidas las lentes tintadas, siempre que tengan un filtro entre categoría 1 y 3. Eso sí, es importante que estén homologadas y compradas en establecimientos autorizados, portando el sello de la CEE.

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