Ataque de perros

La Justicia autoriza la retirada de los perros que atacaron a una vecina de Muíños (Ourense)

Un juez de Ourense advierte del "riesgo potencial" de que los cuatros animales "causen daño" a otras personas.

Las patas de un perro en la calle

Las patas de un perro en la calleFreepik

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Los dueños de los perros de raza potencialmente peligrosa que atacaron a una mujer en Muíños (Ourense) deberán hacer entrega finalmente de los cuatro animales a la Xunta de Galicia. Después de negarse en un principio, se verán obligados tras la decisión del titular del juzgado contencioso administrativo número 2 de Ourense, quien considera que existe "riesgo potencial" de que causen daño a otras personas.

La Consellería de Medio Ambiente había presentado el pasado 2 de marzo ante el juzgado una solicitud para la entrada en el domicilio de los dueños y proceder a la retirada provisional de los animales. Dicha solicitud argumentaba que los canes, tres de ellos de raza American Staffordshire y uno mestizo, no estaban inscritos en el 'Registro de Animales Potencialmente Peligrosos' y tampoco tenían licencia ni seguro de responsabilidad civil.

Los propietarios se negaron a entregarlos por vía administrativa, por lo que la Xunta debía esperar a recibir la autorización de un juez para entrar en el domicilio y proceder a la retirada. El magistrado, José Andrés Verdeja, entiende que la retirada provisional de los perros es una "medida proporcionada" vistos los daños que ocasionaron a la mujer en su día. El juez da permiso a la entrada únicamente durante el "tiempo indispensable" y con la "exclusiva finalidad de proceder a la ejecución de la medida provisional de retirada de los animales".

Arrastra secuelas

El pasado 30 de enero, Feliciana Romero fue atacada por cuatro perros cuando salía a recoger verdura a una finca en la parroquia de Barxés, en el Ayuntamiento de Muíños (Ourense). Según la mujer, de 70 años, los animales le empezaron a morder las piernas hasta que cayó al suelo. La dueña de los animales intentó frenarlos, pero no lo consiguió hasta pasados unos fatídicos segundos.

Feliciana acabó sufriendo graves heridas y moratones en la cara, el ojo, las nalgas, las piernas y el pie, del que todavía arrastra secuelas, pues le cuesta caminar con normalidad.

Tras el ataque, el hijo de la víctima presentó una denuncia ante la Guardia Civil. La causa, que sigue abierta en el juzgado de Bande, investiga si la propietaria de los animales es culpable de un delito de lesiones por imprudencia grave. En su día, Feliciana explicó a Espejo Público que "no era la primera vez que estos perros atacaban a alguien, pero nadie había denunciado antes".

Por otro lado, el dueño de los animales argumentó que se habían escapado "por un despiste" al cerrar mal la puerta y que tanto Feliciana como su marido "azuzaban a los perros" habitualmente, así como que la víctima "empezó a pegarles con un palo en cuanto los vio".

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