Drogas

Gritos y peleas entre toxicómanos en plena calle de Las Palmas de Gran Canaria

Los vecinos de un barrio de Las Palmas de Gran Canaria llevan un año denunciando la inseguridad de su barrio. Continuas peleas de toxicómanos que se repiten cada noche y que no les dejan descansar.

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Los vecinos del barrio de Arenales, en Las Palmas de Gran Canaria, llevan desde hace más de un año denunciando la inseguridad que sufren en el barrio. Una situación que se repite de día y de noche, y que los fines de semana no hace sino empeorar. Un grupo de toxicómanos se congrega en la zona, entorno a la calle Molino de Viento, y es entonces cuando comienzan los gritos y las peleas entre ellos, lo que impide el descanso de los vecinos.

Esta realidad se repite un día tras otro. Los vecinos han llamado en varias ocasiones tanto a la Policía Nacional como a la Local, pero sin resultado. Denuncian que las patrullas se pasan por la zona en ese momento, en situaciones puntuales, pero no les proporcionan una solución definitiva.

"¡Me está robando!"

En uno de los vídeos grabados por los vecinos de la zona desde la ventana de sus domicilios se puede apreciar esta situación de riñas constantes que denuncian.

Dos jóvenes se están peleando en la calle, de día. El chico sujeta a una chica que está tendida en el suelo y trata de zafarse de él a patadas. La joven no para de gritar y de pedir ayuda, mientras que él le increpa que le devuelva el móvil. "¡Yo no te he quitado nada, mentiroso!", le responde ella. "Me está robando, mira los billetes", dice el chico alejándose de la escena mientras una mujer se ha acercado a ver lo que ocurre.

En otro de los vídeos, esta vez de noche, se aprecia como unos jóvenes lanzan objetos contra un domicilio. Incluso se enganchan en la ventana de la planta baja y tratan de agredir a la vecina que les pide silencio.

Delante de niños pequeños

Estas peleas se suceden cada noche e, incluso, a plena luz del día, en ocasiones hasta en presencia de niños pequeños. Por eso los vecinos piden una solución de forma desesperada, por su seguridad y por el descanso de todo el barrio.

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