Galicia, primera comunidad con residencias públicas inteligentes

La residencia de A Estrada ha sido la elegida por la Xunta de Galicia para empezar a aplicar toda novedad tecnológica empleada para el cuidado de los mayores. Se ha convertido así en el mejor ejemplo de lo que serán todos los centros públicos de Galicia en el plazo de un año. Comenzamos la visita.

Llaman la atención cada una de las habitaciones inteligentes en las que se han instalado sensores de apertura de puertas y ventanas, mediante la detección de movimientos. Pero no solo sirven para abrir o cerrar, sino para informar sobre salidas no programadas, el número de veces que se utiliza el cuarto de baño o cualquier anomalía en el horario establecido. Todo ello sin grabar al residente para preservar su intimidad. Seguimos.

Al lado de la cama, un dispositivo conecta al usuario con el personal del centro y, además, las alertas que generan se pueden personalizar en función de la gravedad o urgencia de la llamada. Si continuamos por los pasillos, sistema similar. Los sensores informan al personal de hacia dónde se dirige un usuario si, por ejemplo, sale desorientado por la noche.

Llegamos a la enfermería y encontramos un monitor portátil inalámbrico que mide las constantes vitales y almacena los datos que archivos que se comparten en tiempo real con el Servicio Galego de Saúde.

Pero no todo gira en torno a controlar la salud del residente, también se aplica la tecnología en el ocio. Tabletas con perfiles personalizados para cada usuario, juegos en línea, comunicaciones con familiares y amigos por videollamadas e intercambio de fotografías.

El futuro al servicio de los mayores. Y este es solo es principio.