Algunos vecinos desalojados por el fuego de Llutxent, en Valencia, ya han podido regresar esta noche a sus casas. Muchos otros lo ha perdido todo. El incendio ya está estabilizado y podría quedar controlado en las próximas horas. El tiempo vuelve a dar un respiro y este viernes se esperan más lluvias.
El peor incendio en lo que llevamos de año en España ha arrasado desde el lunes casi 3.300 hectáreas de siete términos municipales, pero empieza a vislumbrarse el fin.
Después de estabilizar el fuego, los bomberos confían en controlarlo hoy y darlo por extinguido en los próximos días. Como prueba de que la situación ha mejorado, la mayoría de los 3.000 desalojados han podido regresar a sus casas. Han ido acompañados por agentes de policía en Barx, Gandía y también Pinet, una de las áreas más castigadas, con el 70% de su término municipal calcinado.
Se les ha permitido regresar sólo para conocer el estado de sus viviendas y coger algunos de sus enseres personales, aunque no podrán volver a vivir en sus domicilios hasta que los técnicos municipales y los bomberos comprueben la seguridad de las construcciones y si la zona que las rodea es segura.
Ese primer contacto con sus hogares reserva sorpresas muy desagradables, como la que se ha llevado un matrimonio residente en la urbanización Montesol de Gandía, que ha visto con impotencia cómo su casa ha sido consumida por las llamas. Por desgracia, los casos como éste se cuentan ya por decenas.
