La Policía Nacional ha recuperado las dos cabezas del siglo XIII que fueron arrancadas la madrugada del viernes santo de dos estatuas en la fachada de la iglesia de San Esteban (Burgos) y ha detenido al presunto autor del robo, un delincuente común con antecedentes por robo de antigüedades.
La subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, acompañada por el comisario jefe de Policía Nacional, Manuel Javier Peña, ha mostrado las dos cabezas en la comisaría, a pocos metros del lugar donde permanece detenido C.S.M., de 49 años, que todavía no ha pasado a disposición judicial porque la investigación sigue abierta. Ahora se trata de determinar si el robo se produjo para intentar vender después las cabezas o era un encargo de alguien, según ha explicado el comisario jefe, que ha afirmado que sospechan que la intención del ladrón era llevarse las estatuas completas pero no pudo debido a su peso y a sus anclajes. De hecho, aunque pudo cortar con relativa facilidad la cabeza de la estatua de San Pedro, que había sido restaurada hace pocos años, el ladrón, que accedió a las estatuas situadas en la fachada de la iglesia de San Esteban a unos 4 metros de altura, mediante una valla de obra, encontró más dificultades con la de San Lorenzo.
La talla de San Lorenzo había sido restaurada hace doce años y se habían colocado anclajes internos, que dificultaron la separación de la cabeza, que terminó cayendo al suelo y ha sufrido daños en el rostro. El presunto autor del robo, un hombre natural de Burgos, donde reside, ya había sido detenido recientemente por robo de antigüedades, aunque se encontraba en libertad.
El comisario jefe ha apuntado que por un delito como el que parece haber cometido al decapitar y robar las cabezas de las estatuas le podría corresponder una pena máxima de 5 años. El párroco de San Esteban, Rodrigo Aguilera, ha expresado su deseo de que se restaure la cabeza de San Lorenzo y que ambas sean recolocadas en las estatuas lo antes posible. Ha apuntado también que, en su opinión, lo deseable sería que se restauraran también las otras cuatro estatuas de la fachada de San Lorenzo, un templo gótico que "es el segundo en importancia arquitectónica de Burgos, sólo superado por la catedral". Tres de ellas fueron gravemente dañadas durante la invasión francesa y tampoco tienen cabezas, mientras la cuarta, la de San Pablo, tiene una cabeza muy deteriorada.
