Un empleado llega a su entidad bancaria a primera hora de la mañana. Con la puerta aún abierta uno de los atracadores le aborda e intenta entrar al banco, pero la víctima le hace frente e impide que el asaltante acceda a la entidad. Pero su imagen queda captada por las cámaras de seguridad. En realidad se trata de Alejandro P., un boxeador profesional conocido en los ambientes de este deporte. Cuando se travestía de atracador ocultaba su identidad con peluca y bigote postizos. Los agentes le siguen la pista sin saber aún quién es. Pero sí identifican a su compinche, un conocido atracador de 37 años de edad.
"Uno se quedaba fuera del banco haciendo labores de cobertura en el exterior y el otro entraba caracterizado a la sucursal, siempre cuando entraban los empleados de la misma, -explica un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.- Retenían a los empleados, esperaban el tiempo de retardo en la apertura de las cajas, siempre amenazando con armas, recogían el botín y escapaban a la carrera".
La Policía vigiló el domicilio de Carabanchel en el que vive uno de los atracadores. Los agentes le vieron salir de la vivienda acompañado de su compinche, que iba ataviado con la ropa habitual utilizada en los atracos, incluida peluca y bigote postizos. Fueron detenidos en el momento. Se les incautaron bridas para inmovilizar a los empleados de los bancos, teléfonos con auriculares para comunicarse entre ellos y dos pistolas.
El atracador más veterano ya protagonizó hace seis años un atraco con rehenes en Vallecas que obligó a intervenir a los GEO y a un negociador. Ahora, a los dos detenidos se les imputan cuatro robos a bancos.