Camino de Santiago

El decálogo de buenas prácticas para peregrinos del barrio de San Pedro, en Santiago de Compostela

La mayoría de peregrinos del Camino de Santiago entran por el mismo barrio y los vecinos piden que se les respete su vida diaria.

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El Camino de Santiagosigue batiendo récords históricos: en lo que va de año ya han llegado a la capital gallega más de 200.000 peregrinos. La mayoría de ellos entran a la ciudad por la calle de San Pedro, la principal vía de acceso a la catedral. En este barrio de arraigada tradición compostelana, vecinos y comerciantes aseguran estar encantados de recibir turistas y peregrinos, pero piden respeto.

"Nosotros los recibimos con los brazos abiertos, sólo pedimos que respeten a los vecinos: nuestros horarios, nuestro descanso, nuestra vida diaria", nos dice Suso Fernández, presidente de la asociación de comerciantes de San Pedro. En definitiva, buscan mantener una buena convivencia. Algo que desde hace años es imposible. "El verano pasado, con motivo del encuentro de jóvenes cristianos fue horrible. Pasaban grupos enormes de peregrinos, gritando, cantando; invadían la calzada, incluso impedían el paso a los autobuses, que tenían que parar", cuenta una vecina. Este año, se repite la situación. "Es una vergüenza. Parecen borregos, gritando y cantando. No les importan las horas o si los vecinos mayores pueden o no descansar", cuenta otro vecino del barrio.

Parecen borregos, gritando y cantando

Un vecino

Por todo esto, la asociación de vecinos A Xuntanza, la Escola Unitaria y la asociación de comerciantes de San Pedro han elaborado un 'Decálogo de buenas prácticas para el final del Camino'. Una serie de recomendaciones que son "de sentido común", recalca Suso. "Se trata de normas básicas de civismo y convivencia. Tan básicas como no dar gritos o cantar a voces por la calle, no invadir la carretera, respetar las señales de tráfico, tanto de velocidad como de circulación, a quienes llegan en bicicleta…".

Y a pesar de eso, todavía hay peregrinos que acceden en bici a la vía en dirección prohibida, a gran velocidad e incluso suben a las aceras. "Hace unos días, dos peregrinos subían la calle en bicicleta, grabando un video con el móvil, y atropellaron a una señora", relata una vecina que presenció el accidente. Desde el barrio se han unido para alzar la voz y pedir respeto a los peregrinos, caminantes y ciclistas, y vigilancia a las autoridades para mantener una convivencia tranquila en toda la ciudad.

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