Racismo

Condenan a 6 meses de cárcel al conductor de autobús que insultó y arrancó el velo a una pasajera en Barcelona

La Audiencia Provincial de Barcelona confía en la fiabilidad de las víctimas y de los testigos, concluyendo que el acusado actuó "con agresividad inusitada".

Autobús de la TMB

Autobús de la TMBAyuntamiento de Barcelona (archivo)

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La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a un conductor de autobús a seis meses de cárcel y una multa de 1.800 euros por intentar quitarle el velo y expulsar del vehículo público a una mujer magrebí y a sus tres hijos. Los hechos se produjeron en mayo de 2020, entre los que se incluyen también insultos de índole racista, según lo celebrado por un grupo de pasajeros que se transportaba en el mismo autobús y vivieron de cerca el incidente.

La sección tercera de la Audiencia de la ciudad condal ha condenado al conductor por un delito contra los derechos fundamentales, obligándole además a la indemnización de la víctima y sus hijos con 3.383 euros, una cifra que deberá ser respondida de forma subsidiaria por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), ya que era la empresa que lo empleaba.

Agresión xenófoba

De esta forma, con la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona se prueba una agresión xenófoba, que tuvo lugar en mayo de 2020, momento en que la mujer subió a un autobús de la línea V-19 con sus tres hijos, de 10,10 y 3 años de edad. Cuando se montan al autobús desde una parada en la calle Santuario de Barcelona, la tarjeta de transporte de una de sus hijas es rechazada en la máquina de validación, por lo que la magrebí se dirige al acusado. En ese instante, el conductor no le indica nada acerca de la tarjeta de transporte, sino que se dedica a "hacer alusiones a su origen étnico", con expresiones del tipo "venís aquí a vivir del cuento".

Tras esto, cuando la víctima y sus hijos se encontraban ya sentados en el autobús, el conductor sigue comentando el origen de la familia y al cabo de tres paradas más allá, termina dirigiéndose a la mujer para avisarle de que debe abandonar el autobús, algo que "fue celebrado por algunos pasajeros", como indica la sentencia. Posteriormente, la mujer se baja del autobús y ya en tierra toma una fotografía de la matrícula, lo que hizo que el conductor parase su marcha de forma brusca y se apeara del vehículo. Mientras tanto, soltaba insultos racistas como "putos moros" o "vete a tu país".

La Audiencia añade que, en ese momento, el procesado hizo el intento de quererle quitar el velo de la cabeza a la mujer y de fotografiarla con su propio móvil. Así, los hijos de ella la protegieron colocándose justo a su lado pero fueron apartados por el conductor, quien los cogió por los brazos e incluso a intentando tirar a una de ellas del pelo, causando sobre estos heridas superficiales.

El tribunal considera que la actuación y expresiones proferidas por el conductor tienen "sobrada capacidad para lesionar la dignidad de la persona a la cual se dirigen".

Por otro lado, la opinión de la sala cree que las expresiones del procesado consideran "a los magrebíes como personas inferiores, por razones culturales e históricas, así como un claro menosprecio y descrédito".

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