Un juez dicta sentencia

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OCURRIÓ EN 2015

Condenado a 23 años de prisión por matar y descuartizar a su mujer en Calella

Según la sentencia, el acusado viajó con su pareja a Calella desde Estocolmo y, tras ir a una discoteca con ella, cometió el crimen. La golpeó en la cara y en la cabeza, y a continuación le tapó la boca y la nariz para impedir que respirara causándole la muerte por sofocación, y después la descuartizó.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 23 años de prisión a un hombre por matar a su mujer golpeándola y asfixiándola en una habitación de hotel de Calella, y posteriormente descuartizarla para deshacerse del cadáver.

Según la sentencia, el acusado Gonzalo A.T. viajó con su pareja a Calella desde Estocolmo (Suecia) el 6 de julio de 2015 y, tras ir a una discoteca con ella, la noche del día 9 cometió el crimen.

Según los hechos que consideró probados el Jurado que enjuició los hechos, la golpeó en la cara y en la cabeza, y a continuación le tapó la boca y la nariz para impedir que respirara causándole la muerte por sofocación, y después la descuartizó con unos cuchillos y abandonó los restos dentro de dos maletas y una bolsa de basura en un camino y en una riera.

El juzgado le considera autor de un delito de asesinato con alevosía con el agravante de parentesco, al considerar que fue un ataque súbito inesperado hacia la víctima que no tuvo ni oportunidad de defenderse, lo que queda "palmariamente demostrado" al no haber signos de lucha o defensa, aprovechando la relajación de la embriaguez y los efectos de los golpes en la cara y cabeza hasta el aturdimiento, procediendo luego a la sofocación.

La sentencia le prohíbe acercarse a menos de un kilómetro a los padres de la víctima, al hijo en común que tenía la pareja y a otros dos hijos de la mujer por el plazo de 33 años, y a comunicarse con su hijo y con los otros dos por este mismo plazo.

Además, le inhabilita para ejercer la patria potestad del menor por el tiempo de la condena, además de imponerle el pago de una indemnización de un total de 525.000 euros a los hijos y padres de la víctima.

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