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LES AMPUTÓ PARTES DE SU CUERPO
Condenado a un año y tres meses de prisión por torturar a dos cachorros en Badajoz
Ha sido condenado a un año y tres meses de prisión así como a la inhabilitación especial para ejercer una profesión, oficio o comercio con animales durante cuatro años y tres meses.
El Juzgado de lo Penal número de 2 de Badajoz ha condenado al acusado de torturar a dos cachorros en Badajoz, Nicolás Buiga Bueno, como "autor penalmente responsable de un delito de maltrato de animal doméstico", a un año y tres meses de prisión así como a la inhabilitación especial para ejercer una profesión, oficio o comercio con animales durante cuatro años y tres meses.
En la sentencia, la jueza aplica al acusado una atenuante por "alteración psíquica". Además debe indemnizar a la Asociación de Defensa de los Animales Abandonados de Badajoz (Adana) con 3.285,20 euros, correspondientes a las facturas que abonó esta asociación a la clínica veterinaria en la que fueron atendidos los dos cachorros torturados por este hombre.
La jueza considera como "hechos probados" en su sentencia que el acusado acudió a la perrera municipal de Badajoz, de donde sacó los dos cachorros, y el 19 de octubre de 2009 por la mañana, en su domicilio de la capital pacense cogió unas tijeras y les causó lesiones "con la única intención de causarles daño y sufrimiento".
Tras causarles estas lesiones, que en la sentencia se describen con detalle, el acusado "los metió en una caja junto con las partes amputadas", como rabo, orejas o lenguas, y "los guantes de látex que había utilizado" y "arrojó dicha caja, con los cachorros aún con vida" a un contenedor de basuras de la calle Antonio Ayuso de Badajoz, donde fueron encontraron sobre las 14,00 horas de ese mismo día, por unos vecinos.
Destaca la jueza en su sentencia que los cachorros fueron trasladados a una clínica veterinaria con "gravísimas lesiones", de las que uno de ellos no pudo recuperarse, y el otro consiguió salvar la vida "quedándole secuelas". La asociación Adana abonó 3.285,20 euros por este tratamiento a los cachorros.
Tras ser detenido, los agentes del Seprona de la Guardia Civil recuperaron las tijeras con las que realizó estos hechos en su domicilio. Señala la jueza como hechos probados que este hombre "presenta y presentaba ya alteraciones psicopatológicas encuadradas en trastornos de personalidad con presencia de rasgos de tipo paranoide, obsesivo y límite que merma sus capacidades volitivas", aunque se desconoce el "estado concreto" en el que se hallaba cuando cometió estos hechos.
Considera que en este caso, el acusado realizó estos hechos "con intención de causarles daño". "Sin justificación alguna, con crueldad y ensañamiento, maltrató y mutiló" a los cachorros "causándoles graves lesiones".
En la sentencia, la jueza explica que el acusado, en sus primeras declaraciones ante la Guardia Civil y ante el Juzgado de Guardia tras ser detenido, "reconoce los hechos imputados". Sin embargo, en el juicio oral celebrado el 19 de abril "se retracta" y "niega cualquier maltrato a cualquier animal", un cambio que la magistrada achaca a "una estrategia de defensa".
Asegura que los argumentos del acusado para retractarse en el juicio oral de sus declaraciones iniciales fueron "carentes de toda lógica y convicción", por lo que la jueza concluye que las declaraciones de este hombre ante la Guardia Civil tienen "pleno valor probatorio".
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