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Coronavirus

Cataluña, País Vasco y el Defensor del Pueblo proponen salidas controladas de los niños para paliar el confinamiento por el coronavirus

El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, se ha unido a la petición de varias comunidades para que los niños puedan salir de casa a pesar del confinamiento. Cataluña propone paseos de una hora.

El lehendakari, Íñigo Urkullu, propondrá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salidas limitadas a la calle de menores y de colectivos con necesidades especiales a partir del 26 de abril, cuando finaliza la prórroga del estado de alarma. También le sugerirá preparar la apertura limitada y escalonada de comercios y pequeños negocios, y autorizar la actividad física en el exterior de manera individual.

La salida de niños estaría sujeta a condiciones limitadas de tiempo y distanciamiento físico. La propuesta ha coincidido con una cacerolada en balcones y ventanas del País Vasco para pedir que se autorice la presencia de niños en las calles.

Cataluña fue la primera comunidad en plantearlo, aunque otras también lo han sugerido antes o después, como Aragón o Galicia, y alcaldes como los de Madrid o Barcelona. La Generalitat lo volverá a plantear en la próxima reunión de Gobierno y comunidades. Podría consistir en que los menores pudieran salir para dar un paseo de una hora, siempre cerca de sus casas. Habría tres puntos básicos para estas salidas: la protección del rostro con mascarillas u otro tipo de barreras, la exigente higiene personal y mantener una distancia de seguridad con otras personas.

También el Defensor del Pueblo

El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, también plantea que los niños puedan salir a la calle de manera limitada y tomando las debidas precauciones. Ha trasladado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, su preocupación por la situación de los niños confinados en sus casas al mantenerse las medidas durante un periodo dilatado de tiempo y "aunque aprecia positivamente la eficacia" de la restricción de movimientos "en la medida en que sea posible y si no hay objeciones técnicas, debería permitirse algún tipo de salida de los menores con sus padres, aún limitada en el espacio y el tiempo, de manera controlada, tal y como ya sucede en algunos países de nuestro entorno",