El alumno de 13 años que este lunes mató a un profesor e hirió a cuatro personas tenía una lista con nombres de docentes y compañeros, así como ballestas caseras y escopetas de balines, que están siendo analizadas por los Mossos d'Esquadra entre las pertenencias que llevaba en su mochila y las halladas en su domicilio. Además, la investigación ha aportado como novedad que la ballesta que utilizó era un arma profesoional y había sido un regalo que había recibido su padre hace casi dos décadas. El menor la cogío a escondidas, presuntamente, para perpetrar el crimen.
Los Mossos d'Esquadra están analizando las pertenencias incautadas al menor, tanto en la mochila que llevaba encima cuando cometió el crimen como los objetos intervenidos en la entrada y registro de su domicilio familiar, que los agentes inspeccionaron junto a una comitiva judicial. Según han informado fuentes cercanas al caso, entre las pertenencias intervenidas al menor figura un manuscrito con nombres de profesores y estudiantes del instituto Joan Fuster de Barcelona, documento que los Mossos d'Esquadra analizan para averiguar si podría ser una relación de potenciales objetivos.
Además, en el registro de su domicilio familiar, los Mossos se incautaron en la habitación del menor de otros documentos personales, que podrían ser de utilidad para averiguar las motivaciones que le llevaron a asaltar el instituto. Entre esos documentos incautados figuran dibujos y manuscritos, entre ellos un plano que se estudia para determinar si es del centro educativo que asaltó, han informado las mismas fuentes. En el domicilio, la policía encontró también dos ballestas caseras y dos escopetas de juguete. Además, el menor hacía dibujos en los que hablaba explicitamente "de matar".
La Generalitat prevé que el menor, que según las primeras evaluaciones padece un trastorno mental, reciba un tratamiento especializado de entre dos y tres años de tutoría social y docente, hasta que esté preparado para regresar con su familia. Todas las escuelas de Cataluña han guardado minutos de silencio en homenaje al profesor fallecido, un joven de 35 años que iba encadenando sustituciones, mientras que la Dirección General de Atención a la Infancia (DGAIA) sigue evaluando el estado del menor, para determinar qué tratamiento se le asigna.
La consellera de Enseñanza, Irene Rigau, ha avanzado que el chico tendrá que integrarse con toda probabilidad en un servicio especializado del Departamento de Bienestar y Familia, en el que los alumnos con comportamientos conflictivos o que han sufrido situaciones traumáticas reciben tratamiento tutorial continuado, tanto desde la vertiente docente como social. Rigau ha insistido que todo apunta a que el chico actuó cuando estaba sufriendo un "brote psicótico". "Estamos ante un caso claro de enfermedad mental", ha subrayado la consellera, tras advertir que el estudiante no tenía ningún expediente abierto ni había sido conflictivo, si bien "se había ido cerrando" en las últimas semanas.
La consellera ha indicado que el menor que asaltó la escuela es también "una gran víctima" de esta tragedia y ha apuntado que estaba siendo objeto de un seguimiento académico porque su rendimiento había disminuido en las últimas semanas. Además, sus padres estaban pendientes de una reunión con los responsables de la escuela en los próximos días para calibrar su evolución.
Por su parte, el profesor de Educación Física que consiguió calmar y desarmar al chico ha explicado que lo hizo "hablando, sólo hablando", ya que su objetivo era "que ningún alumno saliera herido". "Fuera del brote (psicótico) es un alumno fantástico", ha indicado hoy el profesor, David Jurado, que ha asegurado que no había notado ningún síntoma: "A veces, los adolescentes acumulan tensiones y, si se junta con un brote, se da la tormenta perfecta, se junta todo".
El hecho de que el chico, que tiene 13 años, no pueda ser imputado ha reavivado el debate sobre si se pueden exigir responsabilidades penales a los menores de 14 años, ante el que la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, ha sostenido que esta eventual modificación legal le "correspondería al legislador". Madrigal ha respaldado la actual legislación española sobre menores, que fija la edad de responsabilidad penal a partir de los 14 años, ya que sigue las recomendaciones internacionales de organismos especialistas en la materia.