Juicio Lardero
Así desmontan la versión del presunto asesino de Lardero: fue una muerte y agresión sexual "extremadamente violenta"
Testigos y vecinos han declarado que este hombre merodeaba por el barrio y que ya había intentado llevarse a más niños. Todos contradicen la versión del principal sospechoso por el crimen de Lardero.
Publicidad
Este martes había todavía conmoción por las palabras del presunto asesino de Lardero. Hoy, en el segundo día de juicio, varios testigos han desmontado su versión del crimen. Francisco Javier Almeida dijo que él no forzó al pequeño Alex, de 9 años, a su presunta víctima, que solo hizo "lo que el pequeño quiso".
Sus palabras no tienen nada que ver con la versión del jefe de la investigación. "Le convenció, le engañó para que él siguiera pensando que iba a ver un perrito", asegura. También lo demuestran las cámaras de seguridad, que captaron cómo se sentó en un banco, con toda la frialdad, para esperar y acechar al niño.
Antes de intentarlo con el pequeño Alex, el acusado trató de llevarse a otra niña de solo 4 años. "Mi hija fue la primera opción de este señor y ante la negativa, fue Alex", asegura el padre.
El agente que ha dirigido la investigación ha afirmado hoy, en base a las evidencias, que fue una muerte "extremadamente violenta" y una agresión sexual "más todavía". El teniente de la Guardia Civil responsable del Grupo de Delitos contra las Personas fue el primer agente de la Policía Judicial en llegar al escenario de los hechos y ha señalado que el acusado tuvo un "comportamiento normal".
Las imágenes del presunto asesino
Otro momento en el que ha quedado evidenciado que el principal sospechoso del crimen miente ha sido en el que el fiscal le ha mostrado las imágenes del ascensor, tanto cuando baja a la calle como cuando sube con el menor. El agente ha negado algún tipo de deambulación, como ha alegado Almeida en su única declaración. De hecho, ha indicado que le da "indicaciones específicas" al menor para que no le vea ningún vecino con él.
Según asegura, el niño "fue engañado" y así lo saben por los demás niños que estaban en el parque: "Claramente le persuade, engaña y convence, pensando que va a ir a ver una mascota. Convence al crío para que le siga al acusado hasta su domicilio".
Tal y como muestran las imágenes, a las 20:07 del 28 de octubre del 2021, Almeida, el presunto asesino de Lardero, se dirige al parque y se sienta en un banco "a observar". "Está seleccionando a la víctima más vulnerable, le convence con un lenguaje entendible a un menor y consigue que le acompañe", ha relatado el agente.
El escenario del crimen
Las señales, ha explicado este especialista, hablan de un estrangulamiento por la espalda, y de que el niño intentó defenderse pero no tenía posibilidad. Fue un "desequilibrio de fuerzas" que "recalcan la indefensión del menor", ha dicho. "No tuvo ninguna posibilidad ni capacidad de defensa desde que entra en el domicilio como consecuencia del engaño para ver a un perrito que no existía", ha señalado.
Asegura además que hay evidencias de que hubo agresión sexual y de que ésta se produjo antes de la muerte. Según indica, la agresión fue "con fuerza". El pequeño Alex tuvo una muerte "extremadamente violenta" y una agresión sexual "más todavía", lamenta el agente.
También indica que, tal y como evidencian las pruebas, salió de casa después del hecho con "precipitación", dado que ni llegó a vestir del todo al menor y él se dejó la bragueta abierta. Por último, bajó por las escaleras, porque, entendía, tenía más posibilidades de detectar si se encontraba con alguien que saliendo del ascensor. Además, llevaba las llaves del coche.
Varios policías locales le sorprendieron cuando huía por las escaleras del edificio, iba con el niño en brazos, ya sin pulso. "Un cuerpo sin tono que se le escurría", asegura el agente.
Al preguntarle qué le había hecho, Almeida dijo que "se había desmayado o que estaba inconsciente.
Publicidad