El asesino de Málaga confiesa las dos muertes que se le imputan

Se hace llamar Abdel Kader Sali, alemán de 43 años, aunque vivía en España con dos identidades falsas. Esta mañana entraba en los juzgados acusado de asesinar a dos prostitutas. Reconoce que cometió los crímenes con el único fin de robar a sus víctimas, a las que localizó por teléfono a través de las páginas de contactos. Vivía en Mijas donde tenía una relación cordial con los vecinos.

Ya cumplió 18 años de cárcel en Alemania por el asesinato de otra mujer. En España mataba a su primera víctima el 10 de agosto en Mijas. La apuñaló 18 veces con un cuchillo de cocina hasta conseguir el número secreto de su tarjeta de crédito y robarle el teléfono móvil.

Un mes después, el asesino volvía a actuar en Marbella. Torturó hasta la muerte a otra prostituta para robarla. La policía encontró en sus uñas restos de piel del sospechoso, señal de que intentó defenderse. Esa pista y el rastro de las tarjetas de crédito y los teléfono robados resultaron claves para su detención.

El presunto asesino ha desvinculado de los crímenes a su novia Sara, también detenida. Fue ella la que sacó dos mil euros de la cuenta corriente de una de las víctimas, pero dice que desconocía la procedencia de esa tarjeta.