La realidad era bien distinta. Unos padres sin escrúpulos que utilizan a su hija para no levantar sospechas.
La policía llevaba semanas tras sus movimientos, en el momento de la compra, el hombre que llevaba la silla de bebé resultó ser el narcotraficante. Su objetivo; cerrar un trato con un ciudadano de nacionalidad argentina por la vente de 5 kilos de cocaína. A la mañana siguiente, cuando la pareja es interceptada al salir del hotel, la policía descubre un doble fondo en su vehículo donde estaba escondido el alijo de droga. Pero no se trata de una caso aislado, sino el inicio de una operación policial contra una red internacional de tráfico de cocaína.
Los siguientes en caer son un padre y su hijo, encargados de la llamada "guardería", el lugar donde ocultan la droga. En su coche llevaban diez kilos de cocaína. En una casa de campo en la sierra de Málaga, se buscan los posibles zulos tanto en el jardín como en el interior y oculto en un altillo escondían otros 48 kilos.
Pocas horas después son detenidos en Sevilla dos hermanos paraguayos, conocidos como "Los Prematuros", porque a su corta edad (22 y 30 años) distribuían la droga por toda la Costa del Sol. Previamente, en un centro comercial, habían hecho compras por valor de casi 4.000 euros y pagaron con billetes de 500 euros.
"El argentino", considerado el jefe de la red en España, organizaba la llegada de los alijos, fue detenido en Sevilla junto a su novia. Debajo de la cama, guardaban maletas con 124 kilos de cocaína.
Por último, son detenidos dos empresarios malagueños, acusados de comprar la droga para su posterior venta, y un contable, encargado de enviar a Argentina el dinero.
Todo termina con 12 detenidos, 250 kilos de cocaína y 650.000 euros en efectivo. Operación realizada conjuntamente por grupos contra el crimen organizado de Galicia, Levante, Cádiz y la Costa del Sol.
